¿NO HUELES MI DOLOR?
"Tu memoria,
ya perfume misterioso del tocador de mil lunas,
puede bajar a mi sangre
a coagularme los sueños.
¿No hueles mi dolor en cada letra que rompo..?
Es lo único que es mío,
lo demás quédatelo.."
En un débil suspiro de lágrimas
fallece la tarde sobre el manantial...
No hay pradera,
no hay bosque,
no hay pájaro que ignore la angustia del sauce llorón.
En copos de dulce templanza
se posa sobre la laguna del tiempo
toda la nieve de la humanidad.
Es la sinalefa del ego
que no sabe conjugar la compasión
a las musas olvidadas...
Hay cristales rotos bajo el espejo del río del ayer,
destellando la imposible alegría,
y una pasión que no es agua,
me redime en el arroyo de todas las sombras.
¡Son cascadas de luz de otros ojos
que no han de mirarme!
Son labios que no besaré...
Es la penitencia de una flor
que no sucumbió al encantamiento nocturno.
A la deriva va la poesía de las abejas
con un lloro de eternidad por los amores perdidos.
Déjame a solas con mi congoja;
Deja que me purgue de la palabra envenenada;
Que no hay rocío ni vida más allá de su nombre.
Viento que agita la rama dolorosa
puede despedazar en instantes los capullos del alma.
Son los repudiados del paraíso
que al desasosiego de los días
van llorando como fantasmas su noche más virginal.
¿No hueles mi dolor en cada letra que rompo?
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸