Poema tributo a Raquel Meller
RAQUEL MELLER, LA RUISEÑORA
Los arco iris del arte se deshojaron
en tus pupilas cuando Sorolla te retrató,
pero fueron los diamantes de tu garganta,
los que te coronaron reina
para la corte de las violeteras.
Tú y los jardines de Neptuno
endulzando el aguanieve del tiempo
para los ríos de París...
Ante ti se postraban los ojos brujos
bajo el cuplé de tus alas ruiseñoras.
" - Pisa Morena, pisa con garbo - ",
y un siglo de música laueraba tu nombre,
mientras el amor se te escurría de las manos.
¿Quién fue aquel que no quiso estar
a la sombra de tu tronío?
¿Quién?...
Misterioso donaire ocultaba
tu suavidad de melocotón,
y tal vez algún relicario de lágrimas,
pero como resplandecía Madrid
bajo el revuelo luminoso de tu canto.
Violonchelos y pianolas se fundían
como suspiros de oro en tu piel castellana...
Padilla te hizo soberana del Olympia
al sueño perfumado de la Belle epoque,
y entre olas de flores, más arpegios de cristal,
ya no hubo primavera que no te glorificase.
Al compás de tu finura,
las lunas de Nueva York
derramaron el solfeo más romántico.
Y ya no hubo estrella
que no copiara tus resplandores.
Pero las lluvias llegaron,
como llegan siempre las lluvias...
y ensancharon un olvido de seda triste
a la cenefa almidonada de tus otoños.
Te quedó un baúl de ayeres perdidos,
y tus violetas escarchadas,
mustiadas ya de tanto desencanto...
Más en algún lugar del alma,
siguió destellando como plenilunio en verso,
la fantasía interminable de tu voz,
y tus clarines de eterna ruiseñora.
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸
(Retrato de Raquel por Joaquín Sorolla
1918)
