miércoles, 25 de enero de 2023

CON UNA LÍRICA DEJADEZ Pero No Soy Yo

 



CON UNA LÍRICA DEJADEZ
(Pero No Soy Yo)

Golondrineando mi dolor tal vez llegue a alguna orilla,
más la exuberancia de lo bello me seguirá vedada.

Puedo levantar mundos sobre las letras,
ensanchar auroras sobre galerías de ausencia;
pero esa placidez del corazón, 
ese deleite de acerezados matices, 
aún me desdeña.

Y lo hace porque me conoce bien,
y conoce mi linaje...
Esa raza aparte que pordiosea el elogio de lo banal,
cuando lo profundo nos define.

¿De dónde vienes, poeta?
¿Qué clase de río te fluye por la sangre
que siempre desembocas en el desencanto?...

Tengo el aura bohemia del farolito de Gardel,
pero mi perfume es victoriano 
como los encajes de mi soledad.
De la luna vengo y a la luna voy...
Llevo un crepúsculo dormido en el pecho;
Si quieres lo tomas, si no, te vas...

Fulgida la flor de Enero en un suspiro de muerte,
ejecuta ante mí un baile tan devastador
que el viento se santigua...

Y es que mis ojos van buscando en lo invisible,
la lira maestra de algún atardecer...
Extensión de mí misma 
que reconozca en la tumba del amor,
el génesis de la belleza escrita.

Retribución de lo Absoluto,
que diamantiza mis lágrimas
con sonetos de vaporosos encantos.
Porque soy como la penumbra,
misteriosamente vaga, y sutil,
me escondo de lo simple entre las metáforas.

Y así marchiteo la palabra - felicidad,
y enfrento la burla del reloj desde el espejo de Alicia,
con tal osadía poética,
que parece que el lenguaje me obedece.

Pero no soy yo,
ni tampoco la que fui,
la que combate la tiranía de lo real;
si no este duelo de sueños rotos,
e imposibilidades románticas,
los que mantienen intacta la iluminación.

Porque soy como la neblina,
impalpable y etérea,
que en evanescente promesa se acuarela;
Porque llevo el aguanieve del tiempo entre las venas,
ocultando un fulgor de musas perpetuas...
Vaguedad e inconsistencia 
que materializa el sentimiento,
con una lírica dejadez...

Y así golondrineo mi pluma 
como si Bécquer me sostuviera el alma,
aunque el laúd de la angustia 
resuene triunfal en mis insomnios.

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇸

 

domingo, 22 de enero de 2023

EN LA PENUMBRA


 EN LA PENUMBRA


Melancolizada en penumbra,
hilvana un adiós de gaviotas
a su soneto navideño...

Él se fue;
Partió a bordo del buque de los silencios;
Se fue siguiendo a otras musas.
La dejó en su soledad de cristal,
la dejó ondeando un pañuelo.
Cruzó corrientes líricas
para fundirse en un azul de interminables veranos.
Era su Nautilus de sueños,
su imposibilidad feliz...
Lo amaba más que a sí misma,
lo amaba más que al amor.
Su invencible fulgor ajardinaba el invierno de su mirada...
¡Oh, como le gustaba mirarlo!
Se zambullía en su aurora oceánica
como una Esther Williams confiada.
Flotaban en torno a sus fascinados ojos,
las corcheas tropicales de un sonriente Cugat.
Revelaban sus enigmas de hadas,
las corolas de encendidos nenúfares;
Y era tal el hechizo que no importaba el final anunciado, 
ni la caída del telón.
¡Oh! Tan efímero y paradisíaco 
que hasta la luna se maravillaba...
En sus ramas otoñales,
cuajadas de aguanieve constante,
ella lo sentía florecer,
como florece la vida después del vacío. 
Ebria de sabores afrutados,
y aromas sentimentales,
se atrevió a apuntarle al corazón,
pero los implacables vientos de lo real,
pudieron más, y se lo llevaron.

Ahora hay un olor a ausencia tras los visillos rotos;
Atardecido el espejo de las acuarelas,
derrama su encantamiento de oro a su taza de té.
¿Será que su pecho es ya colmena de liras,
o será que jamás estuvo tan enamorada?

Él se fue con un salmo mudo entre los labios;
Se fue con el secreto del sol en su sonrisa.
Fantasmal, el velador victoriano,
luce el crepúsculo de las hortensias; 
¡Cuanto olvido en sus pétalos,
apenas las roza un suspiro de su recuerdo! 
Él tenía el glamour purpúreo de los reyes del mar;
El arcano fulgido de un ópalo multicolor.
Se fue por las aceras lluviosas, a bailar en otra secuencia...
¡No pudo ser!
Y es que hay guiones que no se pueden alternar.

Era el bolero de todos los boleros;
El crucero mágico de una noche nupcial.
La besó con canciones donde nadie la besó jamás;
la besó con el alma,
la besó con la voz.

Acristalando sus lágrimas tras un soneto de Bécquer,
debe ser la floreciente penumbra 
de esa melancolía que no amaina.

¡Oh, él se fue!

Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸



OLVIDADOS PERFUMES Un Poco Más Vieja

  OLVIDADOS PERFUMES Un Poco Más Vieja  Olvidados perfumes languidecen este verso cuando me leo; Evanescencia de algún Febrero nupcial  que ...