NOCTURNO
(Pulida Mirada)
Al diamante líquido que desfallece Noviembre
en su caos de luz,
vuelca este soneto su pulida mirada;
más la letra se tuerce fuera de su renglón;
¿Será que no hacen diana los dardos de esos ojos?...
Cirios que mueren
elevando plegarias mudas al dios de lo bello;
Más la negritud opaca la fe lírica,
y el paisaje interior;
Tan idílico como escalofriante...
Elocuente, el silencio,
cabe en una sola palabra : ¡Nada!
Nada está lleno de nada;
Al desguace del olvido tira el último sueño;
Más una chispa de amor prende el lenguaje,
y aquello que oculta...
Glorificado el aliento de las níveas rosas de su ternura
en unos labios de muerte,
atormenta la utopía que anhela con encelados suspiros;
Pero todo es una farsa a ese lado de la verdad,
aunque las vocales palpiten,
de Neruda, vestidas...
Atardecido, y roto,
el corazón de las cosas,
se asemeja a la fruta mordida cuando la sed de orden,
acecha entre sus pedazos..
¿Será que la ruina se asoma a sus iris
tras la estética floral?...
¿O será que sus musas la abandonaron,
al igual que sus palpitos sentimentales?...
Cincelada su angustia al cosmos nocturno,
evoca sonetos de Bécquer para amortizar lo perdido;
Pero todo es una farsa,
como vivir o soñar...
Esculpido desastre en su costado de invierno
la conjuga a la ausencia más larga;
Más las flores la salvan,
y siempre lo harán...
Será que tiene de ellas
la misteriosa llama de lo evanescente,
y sutil;
O será que todo es una farsa como su pulida mirada...
Desde su cosmos nocturno,
recita sonetos de Neruda y de Bécquer,
aunque algún recuerdo infame le tiemble en la voz.
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇦