DESHOJAME
Desnúdame de la poesía que me sobra
con un crescendo de suspiros,
tan delicadamente que tiemble la cáscara
del sueño acerezado.
Recuenta la medida imposible
de mi último "Te amo"
en un mosaico de bellezas tan encendidas
que empalidezca el color de la palabra.
Deshojame de esta metáfora de angustias
con tus dedos del Quijote enajenado,
y después apaga la luna de mi alma
con un adiós de infaustas realidades.
Flores misteriosas que con su nívea luz
traspasan el cristal del desencanto,
vienen a mi cuello atardecido
a dejar el perfume del verso inmarchitable.
Hermosura que destella de ti,
el anochecer escrito
en la asonante lira del gran desamor.
Es la sangre atormentada
que se transparenta en su copa medieval
para que me beba de un trago todos tus olvidos.
Son tus arco iris poéticos,
besos de ángel que me redimen
de los infiernos del ayer huracanado.
Y tengo que leerte aunque me muera,
y sé que moriré al deslumbre
de los pétalos tan puros
que ornamentan mi soledad
de estambres enamorados.
Primavera tan ausente de mí
que el cielo se petrifica
en un bosque de ninfas soñolientas.
Y al final de tanto otoño
solo queda un clarinete
de melancolías delicadas,
derramando la sombra que perdí...
Desamparo tan profundo
que el alma se perturba en blanco y negro,
y me hundes en tus ojos lluvia a lluvia,
para parlotear el idioma del silencio...
¡Oh, los jazmines del claro amor!...
allá donde tus esencias inhalaba
para no morir de frío,
marchitados yacen hoy
sobre la losa de los fúnebres encantos.
Un eco de arpas de diamante
musita la partitura en flor,
pero son ellas, las hadas de los vientos,
las que no dejan de susurrarme :
"Desnúdame de la poesía que me sobra."
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸
