MÁS ALLÁ DE MI TAZA DE TÉ
(CONTRASTES)
Armonías de arcángeles y de Franz Liszt
cruzaban la beatitud de la ciudad
más allá de mi taza de té...
Bostezaba la tarde de aquel Febrero
tal fábula de bellas imposibilidades
al asfalto intolerable de lo tangible,
que en un traspiés del reloj onírico
se expandió el fucsia de las horas
como si la noche nunca fuera a llegar.
Purpúrea la flama de las melancolías
evocaba el sello de lo fúnebre desde su reino de sombras,
pero el romance del boulevard encantado
resplandecía con el bies victorioso de todos los sueños.
Al trasluz de los cristales de lluvia
el mundo se me antojaba una farsa,
una fantochada mediocre,
más allá de mi taza de té...
Azules, los reflejos de eternidades
traspasaban la viudez perenne de las aceras
creando limbos multicolores sobre los charcos.
¡Oh! Había tanta mentira en la verdad,
y tanta verdad en la mentira,
que abdicando de su trono feliz
la poesía del amor depositó su corona
sobre las aguas del río del pensamiento...
Elevóse la plegaria perfumada de las letras puras
con el vuelo de todo lo perdido,
y despertó la clarividencia de las cosas
con la lucidez que da un siglo de soledad.
Pero, las motas del polvo
seguían danzando con las penumbras del ayer
su minueto fantasmagórico,
de crepúsculos sentimentales...
mientras que los escaparates y los semáforos
revelaban apenas el fraude de vivir.
Lágrimoso el urbe derramaba su epílogo de contrastes
al universo cotidiano, un día más...
Y tras el visillo estaba yo,
meditabunda y desangelada,
incapaz de asimilar aquel estallido de realidad,
y aquel chantaje al espíritu,
hasta que Franz Liszt y su Rapsodia húngara
tiraron de mí, más allá de mi taza de té...
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸
