domingo, 13 de febrero de 2022

CREPÚSCULO

 




CREPÚSCULO

La guadaña acechando
con la hoz bien afilada
me recuerda que soy sólo polvo
en dolorosa incertidumbre...
No tengo ni una flor sobre la losa donde habito;
Es la noche de los días,
el más perdurable crepúsculo...
¡Oh, carne que apresa el alma
en su celda de fantasmal cerrojo..!
No habrá suficiente luz
para tanta muerte bajo los muros...
La lividez cadavérica de un sueño de amor
en mortífera flama me consume...
Es el trofeo del horror
que insiste en reclamar
de mi aliento hasta la sombra...
¿Seguirá el impenitente rayo
abrasando mi pena hasta el tuétano
o seré simiente de futuras esperanzas..?
Sólo sé que hay un reguero de sangre
bajo el rosal enamorado,
una cascada de lágrimas bajo los ojos,
y no me llega el aire al suelo
para tragar tantos olvidos...

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇸



Y ES QUE ESA YA NO SOY YO







Y ES QUE ESA YA NO SOY YO 
Prosopopeya 

Sangrientos alfileres
traspasan la piel de la gran monotonía; 
Bajo el lloroso violonchelo 
el beso de un ángel salva apenas la penumbra herida... 
Y van las horas bastardas del tiempo 
buscando el fraternal auxilio 
en los valles de oro del amor imaginario;
Burbujas de ensueños 
desvían mi ingravidez sentimental 
por el acueducto de los suspiros.

Y es que esa ya no soy yo,
cuando de sus rojos estigmas, 
la prosopopeya del ayer crucificado 
me derrama en la nuca la resurrección de la utopía... 
Apoteosis virginal que redime la esclavitud del silencio
en los labios pecadores de las musas;
Y es que cuando la polvorienta soledad del almanaque 
se desvanece con el tic tac de mis muñecas,
yo, ya no soy yo...

Solemnidad del lienzo atardecido 
que proyecta en mi sangre la sentencia del reloj 
me hace flotar cual velo de viuda 
por la escalinata de las evanescencias...
Desmembrado el misterio onírico del eje de lo real 
ya las venas del alma vierten la luz prohibida,
pues bostezado de mi retrato,
un soneto machadiano anuncia a los alhelíes nocturnos
la marchitez que viene... 

Será que todo es mentira,
menos la mentira...
Será que en los contornos de las lágrimas 
siempre vislumbro la sonrisa de lo inconcebible.

O...

Será que tanta muerte y tanto fucsia otoñal
destiñe el traje de los bosques,
y los príncipes;
Y reinventada cual clepsidra mágica 
mido el paso de la eternidad en lagunas de espejos... 

O será que esa ya no soy yo.

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇸

INSOMNIO Los Líquidos Espejos

 


INSOMNIO 
(Los líquidos espejos)

"El tic tac que no cesa
y los líquidos espejos plateando la eternidad "

Cristal encerezado de mi sangre
donde se cuela lágrimosa luz
refleja la lápida de los sueños,
mi oscuridad wagneriana de Isolda. 

Subyacen los ángelus piadosos 
bajo la sombra que alarga el verso,
pero en este sufragio de letras
soy solo un contorno de luna gótica. 

La maravilla acantilada del No - Ser
me seduce en la cima de insomnio, 
pero un suspiro de laudes transparentes
pluraliza la complacencia onírica.

Mientras Segismundo me reclama su libertad,
Pavlova, desde una bombilla,
me sostiene sobre el infierno...
Busco el génesis de su cautiverio y el principio de mis mareas 
en la viudez de los jardines liliputienses. 

¿Acaso mi dolor es un clavicordio 
de penumbras venecianas sobre la odisea de otro Mahler,
o será que solo lo absurdo me puede traducir? 

Lady Godiva a lomos de lo inconcebible 
aulla con la fiereza de los vientos: ¡Todavía me quedo yo! 

En los océanos de Calderón
la barca de mis ojos se va a pique...
El tic tac que no cesa
y los líquidos espejos plateando la eternidad...

La noche me engulle con su boca kafkiana;
Bajo una cáscara de nuez escondo mis estrellas...

Adelgazo mi angustia inherente 
bajo corpiño de fábulas medievales;
Un rocío de Ave Marías 
centelleo a los Rosacruces de las horas.

Quiero "primaverizar" el lenguaje de los párpados 
con las acuarelas de los mundos translúcidos;
Me embriago de quintaesencia homérica
en los cálices de los instantes putrefactos.

Estelas purpúreas de lagunas fantasmales
danzan los minuetos de Narciso en la orilla del alba;
Multicolores ideas abren sus alas de Wendy
en este cuarto de invierno y cucarachas. 

Una vez más solo quiero que no amanezca...

Todavía me quedo yo
y los líquidos espejos. 

Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇦

OXÍGENO






CORINTIA 
Siglos De Sueños

Siglos de sueños entre las flores 
colmarán de luz el río de la luna;
Gaviotearán las evanescencias del espíritu 
otro horizonte de celestes quimeras.

La aristocracia de un verso se enhebrará, quizá,
a la seda olvidada de mi tristeza,
pero no habrá futuro bajo mis dedos 
si sus ojos no han de leerme. 

Al purpúreo arcángel de la luz domida,
que un día purificó el secreto de las passionarias,
encenderé los cirios del embelesamiento; 
Recorreré las grutas de los nibelungos 
siguiendo las discordancias de mi sinfónica oscuridad. 

Escuálida, la yugular de mi inspiración,
palpitará la penumbra del amor inventado
a los esqueletos de las estrellas muertas, 
y caerán como lágrimas de dioses 
las letras de Góngora al delantal de mi monotonía; 

Pero, si sus ojos no han de leerme...
¡Oh..si no han de leerme!...

Fabuloso, el Danubio del tiempo,
cubrirá de leyendas la soledad sepulcral de Sissi;
Revivirá la octava nota de un suspiro de Strauss 
en el pentagrama de los sombríos instantes;
Y allá en mi castillo de cartón 
esconderé los huesos de mi desgracia. 

Emergerá Corintia de las profundidades del éter 
con todos los espejismos felices de ayer,
y de una acuarela de Amarilis imperiosos 
volará la prístina del sentimiento 
a los alados febreros del corazón. 

¡Oh, pero si sus ojos no han de leerme, 
si no han de leerme!...

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇦


CORINTIA Siglos De Sueños




CORINTIA 
Siglos De Sueños

Siglos de sueños entre las flores 
colmarán de luz el río de la luna;
Gaviotearán las evanescencias del espíritu 
otro horizonte de celestes quimeras.

La aristocracia de un verso se enhebrará, quizá,
a la seda olvidada de mi tristeza,
pero no habrá futuro bajo mis dedos 
si sus ojos no han de leerme. 

Al purpúreo arcángel de la luz domida,
que un día purificó el secreto de las passionarias,
encenderé los cirios del embelesamiento; 
Recorreré las grutas de los nibelungos 
siguiendo las discordancias de mi sinfónica oscuridad. 

Escuálida, la yugular de mi inspiración,
palpitará la penumbra del amor inventado
a los esqueletos de las estrellas muertas, 
y caerán como lágrimas de dioses 
las letras de Góngora al delantal de mi monotonía; 

Pero, si sus ojos no han de leerme...
¡Oh..si no han de leerme!...

Fabuloso, el Danubio del tiempo,
cubrirá de leyendas la soledad sepulcral de Sissi;
Revivirá la octava nota de un suspiro de Strauss 
en el pentagrama de los sombríos instantes;
Y allá en mi castillo de cartón 
esconderé los huesos de mi desgracia. 

Emergerá Corintia de las profundidades del éter 
con todos los espejismos felices de ayer,
y de una acuarela de Amarilis imperiosos 
volará la prístina del sentimiento 
a los alados febreros del corazón. 

¡Oh, pero si sus ojos no han de leerme, 
si no han de leerme!...

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇦

DESANGELADA





DESANGELADA 

"Tan desangelada estaba yo..."

Lagunas de violáceos nenúfares 
"acuarelaban" las ruinas de Arcadia,
que al trasluz de los suspiros 
parecía una congoja multicolor. 

Caían como hebras de lágrimas 
todos las ansiedades del iris,
que al besar el centro del espejo 
revelaban un Narciso atardecido. 

Y por allí vagaba yo fuera de mi,
cual neblina desangelada 
buscando el verano de Shakespeare 
en un sueño sin perfumes... 

Miscelánea de melancolías perennes 
que lluviosa transparentaba
la sangre de los sonetos de un bosque de siglos.

Y por allí vagaba la locura, consciente de mi,
trazando las onomatopeyas de Góngora
en la espesura de mi cansancio. 

Atravesaba las almas de las flores 
una luz compungida de infiernos,
más el caos de los colores 
manifestaba el renacimiento de la Belleza. 
Espíritus de mustias azucenas 
resplandecían la orilla de la sombra, 
mientras un silencio de sangriento sable 
descabezaba la poesía del crepúsculo. 

Tan desangelada estaba yo...
que derrámose la sabiduría del Ángel 
en las afrutadas soledades del estío; 
Cayó el Amor malherido en el cadalso de mis cosas,
y caí enamorada de la Muerte 
sobre el fulgurante sepulcro de las luciérnagas. 

Las muscineas de mi dolor danzaban insomnes 
una suite de cipreses en llamas... 
Al vaivén de los visillos del viento fúnebre, 
un quijote de rocío 
proclamaba la virginidad de la luna.

Fue entonces cuando discerní la Nada del Todo;
mi profunda oquedad...

Tan desangelada estaba yo,
que con una lágrima entre los labios 
me escabullí por las penumbras eternas 
de los paraísos perdidos...

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇦

UN NO QUE ME PERSIGUE



UN NO QUE ME PERSIGUE 

Al diamante líquido 
que resplandece la flor oscura 
daré el soneto de sus ojos por ofrenda;
Para morderme el alma,
VIDA, ¡solo necesitas un recuerdo!

Mozart y su Ave Verum
suavizan este dolor de letras, 
este acecho secular de un NO que me persigue; 
Columpiado en partitura sacra
el grito de mi herida se enmudece...
Pero este cansancio de hojas muertas,
este aguacero de melancolías,
¿sabrán de anhelos adyacentes 
a los nenúfares olvidados de mi piel?
Petirrojo desorientado de mi soledad
busca tu nombre como a la salvación.

Toda yo caigo en mí...

Y aunque ya di todo por perdido 
en una rima de Bécquer sé que me salvaré...

Y allí al otro lado de la alegría 
donde mi pluma nunca llega,
una nana de suspiros
consuela la orfandad de la tarde
con escrupulosa beatitud;
Son las harpas de Melusina 
acariciando el poema que fui...
A contraluz de la muerte 
los paraísos de Borodin se balancean.

Y aquí con mis ansiedades a cuestas 
desciendo la escalinata de los sueños 
con el peso de un NO que me persigue...

Huesos del camposanto del ayer
¿adónde fueron a parar la mentira de la carne,
la fraudulentas ilusiones?
pero, ¿verdad que os pesó más la verdad? 

Deambulo este final de piedras secas 
mientras se yergue misteriosa 
la fantasía del crepúsculo; 
Un quijote de espuma me llama...

Para alivio de mis fantasmas,
en laguna de silencios crea el amor
su holograma de encantos;
Y me zambullo en sus aguas multicolores 
a ver si doy con la joya más bella del verso nocturno;
Pero doy de bruces con ese NO que me persigue...
Y toda yo desemboco en mí.

Para morderme el alma,
VIDA, solo necesitas un recuerdo...

Aunque otra vez al plenilunio del manzano podrido 
darán las enaguas del cielo una seda de liras en flor.

Yolanda García Vázquez 
España 
D@R

ATRAPASUEÑOS



ATRAPASUEÑOS 

Anocheciendo ya este contorno herido
de instantes suicidas y abandonos,
derrama sonetos de Neruda
al ahorcamiento del reloj.

Hay gnomos borrachos de tristeza 
azulando el lago de mis olvidos;
Pero a veces muerden
y me dejan su Camelot señalada
en la cintura de mis cosas.

¿Vendrán también las libélulas ensangrentadas 
de paraninfos perdidos 
a dejar sus besos de muerte
en el invierno estepario de mi costado?

Fascinada en el Atrapasueños,
Campanilla recita la poesía interminable,
y una luz de lirios rotos 
acaricia el ataúd de mis mariposas. 

- En lo que queda de mí no estoy solo yo,
pero si estoy toda yo en lo que queda de mí - 

Un balancear de columpios 
y todos los bosques del mundo desembocan en Sherwood...
Wendy lo sabe y Poe también,
que la fantasía es el mejor tobogán al paraíso. 

Más allá de las letras, tú... 

Y en la epopeya del verso,
la anarquía de las flores 
y el Escalibur de la conciencia. 

¡Oh, Santa Cecilia sanadora y musical!
Violonchéame como a Isolda, 
con dedos de luna virgen 
y haz que amaneca el alma de Wagner 
sobre esta partitura sin amor y sin suspiros.

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇸

IMAGINARIUM




IMAGINARIUM

"Y del vapor de las lágrimas fúnebres
que llora el ojo del tiempo,
Lady Byron despierta."

¡Oh! Esa breve llamarada de lo eterno 
en el suicidio de una flor;
¿Será la señal que necesita
para llegar al fondo de si misma?

Holograma en el alto espejo del insomnio 
lagrimea una sonrisa de deleites tan espúreos 
como el color que la sostiene... 
Orgía de suspiros que empalidecen
la serenidad de la sombra,
mientras esa que yace ahí 
lleva un palpitar de luz herida
en las noches de la sangre.

Tras el vaho del noctámbulo cristal
se ajusta al minutero del absurdo
con las leyes de la nada;
Ve morir las horas del polvo en circulares angustias 
hasta que en un desmesurado tic - tac 
gira dentro del Atrapasueños para perpetuarse.

Se le caen las lenguas de azucenas 
cuales flecos de lluvia enajenada
al olvidadero del amor.
Vaga casi demente con el No a cuestas 
dejándo lo que queda del Si 
en un via crucis de ecos imposibles...

Tiene de las arañas, la descolgada languidez, 
el plúmbeo hastío del violonchelo arrinconado.
Le duelen los clavos de la memoria
en su postigo sin sol;
Mientras se zurce a la cintura 
atardeceres de Machado, 
la mujer - cosa desciende a la penumbra del Yo.

¿Será que el poniente del alma le quema en la piel
o es que alguna saeta halló el paraíso en su paladar?

Imaginarium neo romántico se le cuela 
por los ojos mientras susurra con voz de luna :

"Esta sangría de soledades;
Estos días de muñecas rotas,
¿me cesarán, tal vez, o seré yo quién los cese?

Flagelada en poética incertidumbre 
la mujer - cosa se desvanece en el vacío de su profundidad...

Y del vapor de las lágrimas fúnebres 
que llora el ojo del tiempo,
Lady Byron despierta...

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇸

LA HUIDA




LA HUIDA

En la quinta amargura que acentúa
el soneto encantado de unos ojos viudos,
empapará nube de letras, tal vez,
mi corazón de olmo sin savia...

A tu viento de hombre mudo,
ese espejo de noches y memoria fantasma;
Allá donde atraviesan los suspiros
esta soledad de puma hambriento.

En las ancianas lágrimas del arroyo
de un siglo de olvido,
destellará la poesía de cristal
de mi voz enamorada.

Seré la húmeda incertidumbre
del desierto orgulloso de tus manos,
la porcelana rota
de tus insultantes alegrías.

Me tendrás en el vino añejo de los ayeres de luz,
en el vals de un pájaro desplumado de cielos.
Seré la lluvia de un día de sol,
el hueco donde cabe la nada...

Al fin voy a irme de ti, pero quedándome en ti.

Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸

ESTE LECHO DE OFELIA



ESTE LECHO DE OFELIA 

Sobre la lápida del ayer
cualquier insomnio aulla;
Caen las medianoches de lunas heridas
al pecho que aún me huele a poema... 
Descoyuntado el fémur del tiempo 
de su memorable calavera,
se hace añicos la delicada fantasía. 

Tiemblan los iris de alguna flor 
en lagrimal ausencia
y bajo el sudario de sombras, 
un sauce de sueños se hace lluvia...

A veces me conjugo a lo absurdo 
y bajo al desfiladero del Todo
a reinventar la Nada;
Ficción discontinua que me proyecta a lo divino
en eufórico vuelo...
Mas un crespón de noches en mi nuca
va derramando risa muerta tras de mí.

Tengo los crisantemos listos 
para el funeral del amor; 
Pero hay una semilla que no deja de crecer...
Y es que mis desvelos 
son como fuentes de un jardín de letras.

Paranoia poética que me confunde 
y me catapulta a un infierno de suspiros;
Y es que la araña del presente 
se descuelga carnivora sobre este lecho de Ofelia. 

¡Oh! ¿hasta cuándo seré el cero de una división imposible? 

Solo sé que ante el espejo de la realidad, 
la vida es una furcia sin maquillaje.
Mientras se diluye en café la melancolía espumosa, 
un adiós de gaviotas entre mis manos,
va despidiéndo a otro que no eres tú. 

Yolanda García Vázquez  
D@R 🇪🇸

VIOLETEANDO

 


VIOLETEANDO

Violeteando el cristal que sueña ser luz
imagino como será morir;
Tengo el yo desangelado
de tanto postrarme ante mí.

Bajo la bóveda infernal de todas las dudas 
un ángel me sostiene la gran belleza.
Van cayendo las auroras de mi Nénesis 
al subsuelo de un mundo inventado; 
De los labios atardecidos de una flor,
suben plegarias que nadie atiende 
y en un altar de horas llenas de noche,
la poesía es sacrificada.

Y allí más abajo es donde sucede todo...

Allí abajo estoy yo,
que postrada en lira menguante 
me dejo leer por los ojos de nadie;
Purpúreo milagro que de la tumba de Cupido,
se manifiesta en perfumado vuelo;
Y voy como Titania,
violeteando de Shakespeare a la realidad. 

Me suben los vahos de lilas muertas 
a la calavera de un verso,
mientras vampirizo la fantasía 
en el Nautilus del corazón...

Por la crepuscular vena del olvido, 
¿llegaré antes al sístole de mi dolor, 
o me dejaré crecer el misterio 
hasta que nadie me comprenda?

Viola odorata de un poema de Schiller 
inclina su lagrimal azul
al cauce más lúgubre de Febrero...
porque de su nombre hecho lluvia,
no me han florecido más que adioses.

¿Qué sentirán las estatuas del sueño ancestral 
cuando la sangre de Dios
se haga primavera sobre la sombra? 

Violeteando el cristal que sueña ser luz
imagino como será morir.

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇸


LA MORGUE PASA



 


LA MORGUE PASA

Una sangre que no es mía 
resbala su crepúsculo romántico 
a la lengua de las flores.

Por el tajo del silencio la Morgue pasa...

Transpirada la noche
por los poros de Lovecraft,
me avizoro a ser estatua de un templo de ayeres.
Tengo el insomnio de Poe
en la almena de los ojos...
Coronada la virginidad de las tumbas 
con los velos del viento desapacible,
¿no es la yedra del infierno 
la que trepa por mis soledades?
Será una alegoría tal vez, 
pero, yo sé que ese perro me ladra solo a mí...
Caleidoscopio nocturno
absorbe el oro de las luciérnagas 
que malheridas de oscuridad 
van a morir al estanque de los espejos.

Soy la manzana podrida de tu naturaleza muerta...

Amapolas del vino encerezado, 
¿porqué danzáis febriles
en la llanura de las ausencias?
¿Acaso lleváis el códice de la eternidad 
en las alas de vuestro perfume ?
Bajo la azada de la angustia,
los bancales del tiempo se zarandean;
Y van cayendo los dilemas de una metáfora otoñal
en mi cosecha de olvido.

Ya los cipreses del páramo de mi dolor rascan el cielo...

A los huesos de Bram Stoker
soplan las ninfas evanescentes el polvo del paraíso.
Murciélagos de góticos sueños 
tendrán su penitencia de sol.
Y yo en esta encrucijada de dudas
consumo mis últimas letras
como si la poesía del mundo
no fuera más a escribirse. 

Desde la boca de Mary Shelley,
un suspiro envenenado besa la luna vampira...

En tanto, la Morgue pasa...

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇸

LAS RUINAS DE LILIPUT






LAS RUINAS DE LILIPUT

Sangre parecía el relumbre de la pradera
al desmayo de la rama de oro;
Lloraban las mariposas 
un adiós de avellanos heridos 
al huerto envenenado de ausencia...

Al contacto con el polvo de muerte
los brazos del bosque 
alzaban su plegaria a un cielo de horas secas.

El ancho río arrastraba 
la imposibilidad del ayer
más allá de la luz y del país del silencio.

Madura, la poesía antigua
desprendía un olor a pureza
y a soledades en llamas
que más que santificar el paisaje
recordaba al infierno. 

Y todo caía, caía... 

como caían las ruinas de Liliput
a la cuenca de todas las sombras...
Paranoia de Septiembre con rostro de bruja
danzaba con los esqueletos de los árboles 
su minueto macabro.

Y ahí estaba yo, en el centro del atardecer,
toda enajenada,
como un trozo de espejo bebiendo lluvia
y contemplando el crepúsculo de la belleza... 
Y ahí estaba también el ciprés, de rodillas,
y derramando los dolores del Pentateuco
al afluente de los siglos.

Quise detener el infame ritual del otoño 
y volqué las rosas del tiempo 
en un estanque de lágrimas perfumadas... 

Se alzaron las aguas del espíritu 
a mis pupilas con la consagración de las flores 
y resurgió la fantasía del buen amor 
bajo la calavera de los mil sueños. 

Yolanda García Vázquez
España  
D@R

UNA CELDA DE ESPEJOS

 



UNA CELDA DE ESPEJOS 

En un desmayo de luciérnagas,
late luna en sangre
con el color de los infiernos. 

Tengo la onomatopeya mustia del crisantemo,
que en los labios de una letra
exhala el gran dolor.

Poesía que se descuelga lagrimosa 
por las mejillas espectrales de la noche,
para traducir con hastío el lenguaje de las flores.

Soy el yunque de tu martillo,
la espiga talada de tu hoz;
Del útero de los sueños 
nació el colosal desencanto.

Pero...
me desataré de este nudo de angustia
y de silencios, 
con los dedos vigorosos de la palabra.
Daré el suspiro perfumado de mi muerte 
al príncipe que tiembla en una lágrima.

Se eternizará mi utopía en una celda de espejos...

Y seré un instante que yacerá olvidado 
entre los huesos rotos del amor 
para embellecer con mi destello,
el ajuar de tus arañas. 

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇸

LA DAMA DEL VISILLO




LA DAMA DEL VISILLO

Al baile de los ajados visillos 
una sonata de nubes
contradice el stress de las flores;
Polvo de luz flirtea con la penumbra... 

Dan las 5 en el reloj;
Sibelius sueña...

Carrusel de notas del trasnochado gramófono 
rememora una nívea Finlandia.
Los polichinelas del aparador despiertan...
Impoluto cristal viste el rostro de la dama gris; 
Plúmbea la mirada,
cual postal del Londres que amó.
Parece una estatua de lluvia 
con todas esas nostalgias colgando...
Azur, el brocado del diván
parece soñar con las costas de Nueva Zelanda. 
El sinfonier victoriano 
simula ser un cofre de ensueños, 
mientras auroras de plata
derraman su magia tras la vidriera.
 
Dan las 5 en el reloj;
Sibelius sueña...

Y allí en el rincón del olvido,
una "María Antonieta" solemne 
aguarda su beso de sol.
Pero no ella, que cual araña ociosa
va tejiendo su mortaja de ayeres 
a contrarreloj del cuco obstinado; 
Le caen migas de paraísos al cuenco del alma...
Retales de luna asoman por el costurero encantado;
Son las ruinas de un vestido que una vez fue feliz.

Se le descosen las horas, los días, los años...

Una bovina de hilo naufraga en la alfombra multicolor,
y se elevan los pensamientos cual pico de iceberg.
La vida es un oleaje constante, 
una nave de angustias...

¿Encontrará tal vez su Shangri-La
entre los despojos de la memoria,
o solo será un mapamundi de versos
entre las islas de su crepúsculo?

Dan las 5 en el reloj;
Sibelius sueña... 

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇸

POBRE DE MÍ

POBRE DE MÍ 

"Por mi pecho herido y la vejez que aguarda...
¡pobre de mí, cuando no estés!"

A mil sombras de tus ojos
me verá tal vez el ruiseñor anciano,
volcar la pena enamorada de mi voz 
a tu solemne encantamiento...
Se fundirá el romántico vals 
de la vieja laguna de mis ansias 
en el crisol poético de tu memoria, 
y solfearé el crepúsculo de mi guitarra 
con el iris mágico de tu nombre.
Apartaré los visillos de este otoño perenne
que me agobia,
y le cantaré bajito a tu multicolor destello, 
que desde tu otro mundo y tu otra nube,
no deja de atrevesar mi soledad...
Cristalizarán tal vez los espejismos dormidos 
bajo el manto de otra lluvia...
Trepará quizá tu yedra encelada
al relicario de otras bocas y otros labios.
Madurará el misterio de tus manos y tus flores,
y yo me desvaneceré con la niebla del ayer
hasta que algún febrero piadoso 
me revele los secretos de tu corazón. 
Y entre las ansiedades de antaño
y el sepia de los recuerdos,
paseará tu maravilla ancestral 
como si la poesía acabara de nacer.
Y te amaré con el color pálido de mi piel desamparada,
y con el gris de todas mis melancolías,
y con el suave murmullo de las aves,
esas que sobrevuelan en sueños los paisajes de tu gloria. 
Y le cantaré bajito a tus amaneceres sin mi,
a la madreselva perfumada de tu muro inaccesible,
al palacio de tu mirada de rey...
Y a la vida que me queda sin tu presencia
y sin tu amor.

Por mi pecho herido y la vejez que aguarda...
¡pobre de mí, cuando no estés!

Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸

CABALGA IMPOSIBILIDAD




CABALGA IMPOSIBILIDAD 
(El beso de sus ojos)

Libélula del paraninfo feliz
que al dolor del violonchelo mudo
susurra la partitura de Handel,
guarda bajo sus alas
el santo misterio de la muertos. 
Cerezo ensangrentado de un siglo sin sol
me gotea en las manos, 
sus fantasmales ausencias.
Vago sin vagar por praderas de sombras 
buscando al Quijote que me amó...
Llevo poesía lunar en los labios,
y el graznido de los cuervos tras de mí...
Mis suicidas alegrías derraman su nombre,
bajo el filo de navaja del pensamiento.
Con la onomatopeya de mis suspiros
regresan las fábulas medievales...

Dulcinea me observa desde su palacio de letras;
Sabe que yo lo sé...

Tengo del molino la visión espeluznante 
del dragón de mi amargura; 
Descosido el rojo de mis flores, 
abierta queda la herida. 

Al otro lado de mí, él...

En la noche de un crisantemo 
solloza Ginebra su dicha menguante;
Será que el polvo de los sueños 
me lleva a islas de cristal
donde me aguarda el que no existe...

¡Cabalga imposibilidad...!
Desde la Mancha a Camelot; 
Después de cien mil lágrimas, 
la rosa de Alejandría...

Y así como Beatriz en el otro paraíso de Dante, 
me respiro en la piel de las palabras que nadie me dirá...

Soy la curvatura del olvido 
que busca al final de este poema 
el beso apasionado de sus ojos, 
para morir como Julieta,
envenenada de amor. 

Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸

LO QUE SOBRA DE LO COTIDIANO




Poema tributo a Carmen Martín Gaite
1925 - 2000

LO QUE SOBRA DE LO COTIDIANO 
Las niñas solitarias huyen hacia dentro...

Los olimpos atraviesan la piel de la la soledad,
pero no terminan de cuajarse;
Mujer de vientos y cumbres,
tienes el índice kafkiano de los ilusionistas.

Allá en tu balneario de secretos 
conviertes la palabra en vino,
mientras el hombre de negro juega al escondite inglés 
con muñecos de trapo.

De Salamanca a Manhattan, 
los fantasmas del celuloide tiraron de tu gabán,
pero fue Machado el único que te regresó...
El germen de lo fantástico 
se incubó en tu cuarto de atrás,
pero fue en la isla de Bergai donde nació tu Esmeralda...
Y es que Alejandro lo sabía y yo también,
que hay silencios que contienen la onomatopeya dulce
del amor imaginario.
Porque allá donde naufrague tu alma,
tu inventarás orillas de letras para que el hombre descalzo
poetice tus crepúsculos melancólicos.
Y ese sol anaranjado de una playa que no existe, 
bajará a bañarse al mar del pensamiento,
desnudo de corduras... 
Y cada noche de lluvia se expanderá tu saloncito
hasta el boulevard de la postguerra,
mientras el costurero de la abuela
te devolverá las mil maravillas del ayer.

Todorov te dio la llave,
pero fue en un columpio de lágrimas 
donde tu osadía se enderezó.
Y es que las niñas solitarias huyen hacia dentro,
cuando los bombarderos de la realidad amenazan la hora del recreo. 

Y allí está él, y allí estás tú...
y allí está la fantasía con sus pechos rebosantes 
para saciar la boca del aburrimiento.
Porque entre visillos nace el polvo de los sueños;
Nubosidad variable que a ritmo lento
te derrama la magia del pasado.
El tic tac del corazón se asemeja a un vals de musas,
mientras te escribes a ti misma 
la más bella carta de amor. 

Y allí estás tú, y allí está lo imposible,
encaramándose a tu máquina de escribir,
mientras una tecla dorada te recuerda que existe el que no existe...

Y volverás a tu cuarto de atrás 
a recortar lo que sobra de lo cotidiano,
y te embadurnarás las manos de espejismos locos 
para ser café de tertulias literarias. 

Porque aunque te llamen rara,
lo saben Alicia y Quijote,
siempre será más raro vivir.

Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸

LOS JARDINES DEL ESPÍRITU




LOS JARDÍNES DEL ESPÍRITU 

En los jardínes del espíritu
penetra diáfana la verdad.
Tengo la sangre escarchada,
y una paladar salado
catando el vino de la ira...
Quiero huir hacia el sol
por el país de la lluvia;
Descifrar el código del invierno
que entregó mi alma al aguanieve...
Un carrusel de fantasmas
se vislumbra inquietante,
más allá del corredor de la niebla...
Insensata de mí,
me adentro en el santuario del amor,
y no hallo más que muertos
cruzando el pasadizo de la eternidad...
Debo apurar cada gota,
cada espacio en blanco, 
antes de que rompa la pureza,
lo prohibido.
Consumado el brillo de un espejismo
en el corazón de otra luna,
vuelve a la carga, la noche,
con su habitual penitencia...
Maldito el cordel que mueve
esta ridícula marioneta;
Infame capítulo de sombrías letras...
Soy un cuento inacabado,
una borrasca contínua,
y he desandado el dolor de los locos
por los atajos del viento...
La poesía me eleva a la superficie;
Lo sé, pero aún así,
no tengo más salvación en mis manos
que una pluma de lágrimas...
Escribo las horas contando las letras,
porque con su cordura no pierdo la razón.

Escribo, mientras pienso : 

"Déjame con mis sueños,
que a mi me parió la soledad.."

Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸

 

TÓCAME EL CORAZÓN




TÓCAME EL CORAZÓN 

"Encendida la rosa en tu punto cardinal,
me sabes a sueños entre los labios.."

Deja que el silencio escriba su estrofa de amor
debajo de mis pechos,
paralelo a tu cintura:

Goteada la miel de tus ojos, 
ven a mi boca y dibuja tu primavera.

Tócame el corazón...

Tengo la sangre que empuja hacia dentro
postulando a tus ramas su fruto de la pasión.

Toda yo te reclamo;
Me hago de luna para beber de tu verso
el vino que sabe a gloria.

Entre cadencias de suaves letras 
quiero bailar la madrugada,
para dormir desnuda sobre tus verdes hojas.

 Y es que encendida la rosa en tu punto cardinal,
me sabes a sueños entre los labios.

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇸
 

A VERSO FRESCO





MORIR DE POESÍA 

"Si he de morir,
que sea de poesía,
pero tan cerca de ti,
que el adiós se eternice en un beso.."

Burbujeante luz...
Sonoridad de una flor
que bajo la sangre del tiempo,
musicaliza el olvido.
Voy al revés de ti,
pero tan entregada,
que cientos de pétalos aroman la luna...
Claros de palabras
que relucen el joyero nocturno
para santificarme los labios.
Es el salmo del gozo
que en cascada de lágrimas,
vierte la gran ensoñación...
Y es un perfume de vida
que en vahos de misterio
me evapora en tu alma.
Soy el poema que muere bajo tus dedos;
Cual Lorca malherido,
sangra la tinta enamorada...
No me rimes este tormento
a la silenciosa alegría del sol,
que no deseo más amanecer que la noche de tus ojos.
Plenitud poética
que sólo de tu estrofa puede traducirme. 
¡Oh, el verso sanador!
Fuera la divina cordura
del ego estructurado...
Yo sólo quiero el éxtasis mortal
de lanzarme sin red a tus glorias vivas,
para morir de amor,
como muere un poeta.

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇸

OLVIDADOS PERFUMES Un Poco Más Vieja

  OLVIDADOS PERFUMES Un Poco Más Vieja  Olvidados perfumes languidecen este verso cuando me leo; Evanescencia de algún Febrero nupcial  que ...