miércoles, 27 de septiembre de 2017

LA DESHUMANIZACION


 



LA DESHUMANIZACIÓN 

"Por no tejer su seda a la parábola divina
se privaron a las orugas del verso
la metamorfosis del corazón."

Halos de misterioso silencio
reflectan la satisfacción dormida
al trasluz de los dolores.
Me hallo deshabitada
en un corredor de nebulosas letras
que se afanan por escribir el amor vivo;
Pero me falta sangre,
y busco el modo de coagular la noche
para no morir en su avaricia.
A tiempo muerto,
se balancea la cuna del alma,
mecida por espectrales deseos,
en laberintos oníricos...
Me asomo a la claraboya del inframundo,
tratando de escudriñar el polo sur
de la vasta creación,
y mi ritmo cardíaco se normaliza,
maravillado,
al revuelo de los puros ángeles,
los mismos que custodian la verdad inamovible
tras los impenitentes desiertos de lágrimas.
Al fin, comprendo la razón del existir,
y me congratulo con los elementos,
y su naturaleza asesina.
Más el adyacente hemiciclo de la eternidad
me vuelve del revés,
y capítulo al egocentrismo de los otros.
Glorificada al éxtasis,
la maldad contrahecha,
profana los tiernos puntos de las dulces estrofas.
Un objeto inanimado expele rayos de conciencia
al vértice del sexo podrido,
mientras se idolatran en el altar de la lujuria
a los hijos de los bastardos.
Herida de muerte la virtud de la palabra
se postulan al infierno las flores del ser,
entre mariposas suicidas
ante tanta deshumanización.

Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇦

MACEDONIA DE PALABRAS

 


MACEDONIA DE PALABRAS 


Lagrimeando suspiros al costal del atardecer,

porque el amor huele a fresas,

y a arándanos maduros,

que a las hadas de la nubes

cristaliza en gotas de luz.

No se pudrirá la vid del sueño aframbuesado

con su textura celestial

de cosechas perpetuas...

Porque el alma es la fruta divina

que toma su color y su perfume

en los jardínes perennes de la verdad,

allí donde la muerte jamás se ha podido concebir...

Uvas de pigmentación nostálgica

saborean del crepúsculo,

la poesía tiernamente acerezada,

aquella que fecunda el núcleo del espíritu

para coagular en rima toda la sangre primaveral.

Es la noche cristalizando auroras

para regocijo de las pulpas tristes

que anhelantes de versos

reclaman al tamarindo su placer.

Grosellas que se conjugan al alba

con el rojo sentimiento del melocotón,

saben a elixires florales.

Nomenclatura que huele a ambrosía viva,

y silencia los llantos del ramal acongojado

con incontables lágrimas de sol.

Es la hegemonía del verano

que amalgama los instantes melancólicos,

afrutando de eternidad las horas del ciruelo a la mañana.

Semillas que son principios

de valores inamovibles,

pues la felicidad brota de la raíz reseca

del desaliento anaranjado.

Zumo de la pasión verdadera

que licua los tormentos del ser

al manantial de lo invisible.

Es el néctar de las cosas que a sorbos de ternura,

embellece la soledades del nisperero soñador.

Macedonia de palabras

que en su punto de almíbar,

tiene poder para nutrir de esperanza

los gajos mustios del corazón.


Yolanda García Vázquez 

D@R 🇪🇦

LA ESCARCHA DEL CORAZÓN


                     


LA ESCARCHA DEL CORAZÓN 


Ya el dolor se hace poema,

no sin antes licuarse en tinta tóxica

con cada una de mis lágrimas.

Hay letras de luz asomándose a mi espíritu,

en silentes anocheceres

de estrofas majestuosas...

Pero hay muchas lagunas de tristeza

entre los espacios no leídos;

Penumbras que trato que no veáis,

para seguir exhalando sueños,

y vahos lunares,

al filo del eterno adiós...

Son los puntos finales de mi vida

que no me dejan escribirme ante tus ojos,

pues la siega ha llegado a la palabra

con su hoz de cruenta soledad.

Una angustia inconmensurable me devora,

me encarniza el sentimiento,

me atormenta, me deja a la intemperie,

como una mariposa frente a la llama,

en perpetuo sacrificio.

Es el aguanieve de los años

que se cristaliza en eternas ausencias

a falta de tu iris inspirador.

Ya mi sangre no echa vivas flores

al sediento abecedario,

que fue no más ayer,

de nuestras musas, su jardín...

Es la escarcha del corazón

que me está dejando en los escombros,

con las metáforas boca arriba,

por no tener donde reposar tanto desaliento.

No me llega el aire para soñar;

Me atasco en tu indiferencia.

Siento que muero, y muero...

Y es que hace tiempo que quedé

sepultada bajo el gran olvido.

No son lágrimas de amor

lo que derraman mis versos al embrujo nocturnal;

Es el suicidio de mi primavera,

y la expulsión de los vergeles de tu alma.


Yolanda García Vázquez

D@R 🇪🇦

LOS CEREZOS


 


LOS CEREZOS

"Está sangrando el corazón de los cerezos
por un bosque sin hadas,
de soledad espeluznante..."

Remendado el primer tul
del sueño esclarecido,
se consumen los instantes al aire
en beatitud lagrimosa.
Es el filo de la navaja
que corta el espíritu en diagonal,
y me deja con la pena cara al sol,
avizorando la muerte de los días.
Un paso más y me despeño
contra la niebla silenciosa...
Para ser tierra de nadie,
seré flor en mi propia tumba.
Al rosal empobrecido,
al lloro de los sauces
que derraman el verso más crepuscular,
seré continua poesía...
Está sangrado el corazón de los cerezos
por un bosque sin hadas,
de soledad espeluznante,
donde la primavera se olvidó de soñar.
Es el hueco donde habito,
fosa de pestilentes recuerdos,
y negruras perdurables
que me catapulta al eterno adiós.
Lágrima a lágrima me voy escribiendo
en absurdas hipérboles de anafora pasional
hasta romper la cuerda que me agobia.
¡Oh, musa de las tintas dulces..!
¿porqué están de luto las rosas del verano..
aquellas que se sonrojaban no más él las leía,
ahora puntos de lluvia
bajo el iris de su nombre?
Ya sangrado el corazón de los cerezos,
tengo la palabra tan ajustada
que hoy me duele hasta el dolor.

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇦

UN ROMANCE POÉTICO


 



UN ROMANCE POÉTICO

"Y cuando menos lo esperaba floreció en mi aurora su rosal,
dejando al aire y sin pudor,
todos los pétalos de la lluvia..."

Él es la suavidad de la palabra desnuda,
el más melodioso anochecer...
Ha venido por sorpresa desde su espacio etéreo
a sembrar de amorosas liras mis soledades...
Es tierno como las alas de un ángel,
y profundo como las aguas de la verdad.
Es poeta de instantes tan deliciosos
y perturbadores como el perfume del verso multicolor.
Tiene más claros de luna en su alma
que todos los sueños del verano juntos,
y ha llegado a mi desván
para desempolvar del olvido los tules del amor.
Le estoy amando con suave languidez,
entre renglones que me saben a vida
para atrapar de sus manos el azul de los cielos...
Es la personificación de la prosa encantada;
Un espíritu libre, y bohemio;
De nacionalidad: soñador...
Me ama con exquisita delicadeza,
entre pausas que no puede romper el viento.
Es la extrema dulzura,
la caballerosidad del trovador nocturno,
y me embriaga de notas musicales
con el rocío de su solfeo.
Me toca sin tocarme al compás de un suspiro,
las sonatas de la pasión,
bajo los halos encantados de un romance poético.

Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇦

BAJO EL VELO NOCTURNAL





BAJO EL VELO NOCTURNAL

Amor de claros de luna
que te bañas en mi espíritu,
bajo el velo nocturnal
te antojas paradisíaco.
Y créeme cuando te digo que también lo saben las hadas,
y los duendes y las ninfas,
que nuestro amor,
más que amor es poesía.
Hasta que te conocí
no imaginé que el anochecer
dibujara unos cielos tan hermosos.
Y ahora que se ha disipado la niebla
que ocultaba tan radiante lienzo,
abro mis ojos sin temor para descubrir
que hay belleza por doquier...
Amor en mi silencio
que deshoja auroras
a contraluz de la lluvia,
créeme cuando te digo que los ángeles
te enviaron a mi bruma melancólica.
Y al florecer de las liras apasionadas
se refleja en los estanques del sueño,
un amor tan puro como el agua,
tan dulce como el néctar de las rosas,
y tan verdadero como la risa de un niño.
Que no se rompa el hechizo
que me arrastra hacia tu cauce mágico;
Que sigan dibujado las estrellas sus órbitas enamoradas
al caer el beso triste del crepúsculo...
Amor de luciérnagas,
perfumado de misterios,
que te has hecho luz frente a mi sombra;
Amor de claros de luna,
que te bañas en mi espíritu,
bajo el velo nocturnal te antojas paradisíaco...
Y créeme cuando te digo que también lo saben las hadas,
y los duendes, y las ninfas del bosque silencioso
que nuestro amor, más que amor es poesía.

Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇦

martes, 26 de septiembre de 2017

EL BOSQUE PETRIFICADO

 


EL BOSQUE PETRIFICADO 

"En el valle del bosque petrificado
hoy se tuercen las letras
sobre la octavilla macabra."

Esa luna caerá...
de tanto escribir con lágrimas
las hojas del calendario.
El bello espejo que a su corazón
fue agua de luz,
yace fragmentado en minutos de noche...
Pero una noche que hiede a muerte,
y a rosa podrida de olvidaderos infectos.
¿No ves los retales de mi alma
descosidos del sueño,
como jirones de sombras flotando?...
¿Acaso la sangre de una flor
puede dibujar el viento
cuando aulla en lamentosa corriente?...
¡Oh!, si el amor es la aurora de un instante
que fluctúa entre nieblas eternas,
¿para qué apuntar a sus cumbres?...
Déjame que llore la angustia de vivir,
y que hay no hay un alma para mi alma,
que al menos un poema se escribirá...
En el valle del bosque petrificado,
hoy se tuercen las letras
sobre la octavilla macabra.
Seré un fósil bajo el crepúsculo
en este silencioso duelo...
Lo susurran los cipreses del cementerio,
al deshoje del paraiso,
en agónica danza :

"¡Oh! Esa luna caerá ..."

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇦

LA ÚLTIMA ROSA DEL VERANO








LA ÚLTIMA ROSA DEL VERANO 

"El era el vaho soñador,
el postre de las hadas
que en idílico festín me hizo poesía..."

La última rosa del verano
suspira perfume de muerte;
Han caído sus pétalos
sobre la laguna misteriosa...
No le digas al viento que me viste llorar;
Tengo sombra hasta en el aire,
dorada en el corazón, la música, 
que ya huele a crepúsculo...
Voy al río a clarear tanta noche,
a ver si de agua florecen los años,
y los capullos del verso,
a contraluz de mis lágrimas...
Era la delicada nube sobre la vieja pradera,
el concluyente resplandor
que iba a salvarme,
más una ventisca
de cumbre monstruosa,
taló de raíz el rosal de mi cielo...
Un dedal de suspiros
empuja la aguja del reproche;
En invisible trazo hilvana sus letras de amor...
Yo sé que hubo oro tras aquella colina,
que en la hechura de un dulcísimo instante
transparentó la belleza a mi alma.
Al otro lado de la lluvia,
empapado en olvido,
quedó el ángel del beso...
Era la última rosa del verano...
Era el vaho soñador,
el postre de las hadas
que en idílico festín me hizo poesía.

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇦




APASIONADAMENTE





 


APASIONADAMENTE 

"Eres el resplandor continuo
que en madrugadas cielo,
arde en mis letras apasionadamente...
Y es que tengo a pulso flor,
los pétalos suaves del más enamorado anochecer."

Mis tristezas son como hojas
que nadie quiere escribir;
Se me caen de las manos
a voz silencio...
Sé que después de la última luna
no habrá más letras,
y que el alba no tendrá piedad...
Más tu recuerdo perdura en mí vivo,
como el aroma de aquellas lilas
que prendiste junto al corazón.
Tengo triste la piel,
de otoños mustia....
Los ojos noche,
la boca muerta...
Pero no el alma,
que a golpe de amor,
reverdece como las ramas del tiempo.
En soledad, y a sangre luz,
te escribo en mí;
Y a niebla éter, me voy leyendo...
Sé que no soy
más que la sombra de tu día,
pero tú eres el resplandor continuo,
que en madrugadas cielo,
y a puro cristal,
arde en mis letras apasionadamente...
Y es que mis tristezas son como hojas
que nadie quiere escribir,
pero tengo a pulso flor,
los pétalos suaves
del más enamorado anochecer.

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇦

PODREDUMBRE


 


PODREDUMBRE 

En el cuarto de los pensamientos
no entra más aire que el sueño de las horas;
Es el crepúsculo a pena viva
que anochece mi soledad
en invisible tumba...
No hay río que no lleve lágrimas;
No hay amor en los huesos
que derrita el aguanieve...
Arañas que se descuelgan
desde el ayer al corazón
para tejer una red de silencio.
Palmo a palmo
se estremece la longitud del yo,
y tiemblan los eslabones del alma.
Por la escuadra corrediza
entra un redoble de amargura
al compás de mi ritmo cardíaco;
Es el deguello de las sombras
que perturba mi equilibrio
en la celda tras los ojos.
Viene a por mí, y sabe que yo lo sé...
Sangrienta luz que empapa los minutos
en arruga vertical,
y me vomita directamente al infierno.
No tengo otra salida
que permanecer inmóvil,
y saborear la podredumbre del día,
hasta que el cielo me entre por las venas.

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇦

VELO DE NOVIA


 


VELO DE NOVIA 

Velo de novia en su lápida de amor
sangra reproche
al nenúfar pudoroso.
Un ramito de violetas,
en delicada estrofa,
por un sueño que muere,
deshoja perfume de misterio...
Hay campanulas de oro,
jacintos romanos,
que no dejan de soñar
bajo las nieves del bosque.
Son las lilas del espíritu
que se conmueven en lloroso desvelo
por un romance nauseabundo.
Tengo la soledad tan grande
que las libélulas del río
se suicidan ante mis ojos.
El día huele a miedo,
y hay un crujir de sombras
al otro lado de la noche.
En absurdo imaginario
me florecen dalias,
azucenas y nardos,
del polvo de las letras,
mientras un lloro de nubes
empapa un velo de novia
en su lápida de amor.

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇦

AGUA TRISTE


 


AGUA TRISTE

¿Qué perfume misterioso
seduce el anochecer
de tus labios de bella sangre?
¿Qué apasionada luz
se turba ahora en tu pensamiento,
para borrar mi nombre
del muro tras tus ojos?...
Y yo que busqué tu lozanía apacible
en el otoño de mi mañana sin fe,
tengo a la sombra todos mi sueños de amor.
¿Qué rojo encantamiento
te arrebata de la flor de mi cintura?
¿qué remolino de agua triste
te lleva lejos de mi país enamorado?...
¡Oh!, si no más ayer era tu cumbre de oro,
la Atlántida del corazón al verso prometido,
hoy no más que una grieta entre dos almas...
¡Ay de mí sin ti!...
¡Ay de mis vientos sin tu rosal!...
esos que claman a la pared de tu silencio
su dulce melodía robada...
¿Qué haré cuando el nadir del sol
me precipite al minuto más negro?...
¿tendré una excusa para llenarme de eternidad,
o seré un manantial de lágrimas
para el terciopelo de tus noches?

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇦

EL ARCÁNGEL DE LA CAMPIÑA




EL ARCÁNGEL DE LA CAMPIÑA

Al mínimo parpadeo de amor
oscila su iris el arcángel de la campiña...

Hay viento en la pureza de la palabra,
que en su inocente pecado
promulga las leyes del silencio.
¿Qué tendrá el verde que refulge eternidad
sobre los cristales del agua melancólica?...
¿Qué tendrá el rosa
que es el amor de los siglos
bajo los pétalos de la luna llena?...
¿Qué tendrán el naranja,
el castaño, el amarillo,
que avivan el color de la soledad más grande,
para caer después como lágrimas de hadas
sobre el estanque añil del amargo sueño?...
¿Será que el polvo fue vida
y esconde los misterios de lo creado,
o tal vez que la muerte es el principio del todo?...

Tales pensamientos atormentaban
al Dios de los bosques verdes,
cuando en su delirio se creía poeta,
pero los versos se le marchitaban bajo el lloro crepuscular...
Encrespado en su metáfora de pasión, gemía...
Lo escuchaban inquietos, las ninfas y gnomos,
y los duendes más viejos...
Alzaba sus manos al infinito, en señal de plegaria,
y un rayo de locura caía en el río del tiempo...
Se agitaba el espejo del paraíso 
en turbio reproche;
Ni las amapolas se libraban de su enojo...
Tan grande era el desamparo
que goteaba sopor de la nube más pura...
¡Oh, cuanta noche en su ojos!...
que inflamados lloraban el despecho del mundo.
Yo misma me estremecía
bajo el trueno de sus dolores;
Era el tributo a pagar bajo la capa del sol
para que el arcángel de la campiña
dibujara sobre la tierra el arco iris soñado...

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇦

LA HABITACIÓN DE LAS LÁGRIMAS


 



LA HABITACIÓN DE LAS LÁGRIMAS 

En la casa del miedo fallece la luz
al contrapeso del alma;
Hay un dolor de ladrillos negros
que presagia la muerte.
Él tenía el beso de los tiempos,
la desconchada luna
que al precipitarse una letra
me hizo añicos a sombra flor...
Silenciosa sangre que de un rezo
empapa los espejos del ayer
de ilusiones perdidas.
Una palabra suya,
y me despeño al sueño más largo...
Y es que la soledad
cuando se abre las venas,
me derrama su voz despiadadamente.
Tengo los ojos manchados de tanta noche,
de tanto merodear incauta
por los aledaños de la tristeza...
Volveré a los atajos del amor imposible,
vadeando de la cruda navaja, su agudo filo...
Es la casa del miedo,
allí donde las nieblas hacen pared,
y no queda ni un hueco
para que penetre la vida.

Luz que fallece trémula sobre el velo del polvo,
mientras en la habitación de las lágrimas
ya se respira abandono.

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇦

OLVIDADOS PERFUMES Un Poco Más Vieja

  OLVIDADOS PERFUMES Un Poco Más Vieja  Olvidados perfumes languidecen este verso cuando me leo; Evanescencia de algún Febrero nupcial  que ...