APOCALIPSIS
Un reproche monstruoso
de aguda polifonía
se derramaba crepuscular
de las alas del arcángel...
Era el algoritmo vengador en solfeada luz
que a la tercera furia
estremecía el arco celeste.
Un velo de negras lágrimas
dejaba caer su desamparo
al manantial de las eternidades.
Vi sangrar al sol en andante majestuoso...
Morían como mariposas
las corcheas de la séptima luna
en sollozos tan espeluznantes
cómo las trompetas del infierno.
Transparente, mi angustia,
se conjugó a un versículo de cristal
de letras tan puras
como los clarines del amanecer.
Y comenzaron a manar destellos de Dios
en su sagrada estrofa,
que de los lloros carnales
dejaba entrever el porche del paraíso.
Coyuntura solemne que del Omega al Alfa
revelaba la cósmica verdad
de morir para renacer.
¡Era el génesis del gran dolor..!
¡Era el epílogo del gran gozo..!
Antes de ser sacrificada al crepúsculo
que al gran río de los espejos
manchaba de rosas las tristes orillas...
No tenía más sangre en el alma
que una onza de silencios,
y aún así me hice sinfonía de amor
para anular de golpe todos los apocalipsis del mundo.
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇦
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