Y YO CREÍ QUE AQUELLO ERA AMOR
Cuando la belleza era un río que soñaba
los poemas caían como pétalos del cielo
al solar de mi desventura.
Y yo creí que aquello era amor...
Y me aventuré cual Dafne gloriosa,
danzando la imposibilidad del ser,
tras las vagas nieblas que perfumaban sus arroyos.
Cualquier destello era un despertar,
y me aferré a su silencio como ave de lluvia
para beber la promesa azul de los días.
Majestuoso, el valle del sol,
me acogió en su cuenca de espejismos,
y broté como rosal de palabras de su boca al crepúsculo.
Y yo creí que aquello era amor...
Cayeron los anhelos muertos,
de lágrimas cuajados,
al olvido de mis labios,
y aún así toda mi sangre
relumbró en un verso apasionado
bajo el glorioso anochecer del mundo.
Y yo creí que aquello era amor...
Mas él se desvaneció camino abajo,
con la melancolía del tiempo en su figura;
Se fue con las nubes de los bellos sueños,
se fue llevándose mi devoción perfumada.
Sólo quedó un poema entre sus ojos y los míos;
Solo quedó un horizonte de belleza llorosa.
Y yo creí que aquello era amor...
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸