martes, 25 de junio de 2024

DONDE LUCHA LA FLOR

 

DONDE LUCHA LA FLOR 

Campanulas del espíritu 
exhalan suaves perfumes;
Está la grandeza expandida;
la vid del verso a punto...

La anarquía de las horas fue declarada...
Ya se escucha la canción de la Tierra 
colmar los oídos del viento.

Un olimpo de anhelos se erige en lo cotidiano, 
majestuoso y transgresor;
más un llanto de calles sin salida;
una dejadez de pasos sin huellas,
pende soporífera del hilo de todas las cosas.

Polaridad insalvable 
que pudre la fruta del sueño
en huertos sin agua ni estrellas;
Allí donde el poema se rompe...

Oblicuidad del ser, 
y el pensamiento,
que desmigaja la hermosura
en un lienzo de recuerdos, e inocencias , 
tan ajado como tétrico.

Inyectado el atardecer en ese río sin retorno, 
desborda los cauces del lenguaje, y del dolor; 
Más la palabra resiste gladiadora, 
braceando en el fondo de los silencios.

Viñas del alma ya maduras
aún destellan una esperanza sonrosada,
mientras el vidrio tras los ojos trasluce el desaliento...

Al óleo de las lágrimas no vertidas,
gorriones sin nido, 
aletean la muerte de la fe. 
Hay tanto barro en la acera de las miradas 
que el tiempo se conmueve, y nos salva,
anocheciendo el corazón...

Y es ahí,
a oscuras, en vela, y sin testigos,
donde resiste el fortín de lo inmenso,
y donde lucha la flor.

Respirando aire que no existe
bajo cielos sin azul, y sin mañana,
las letras brotan...

Yolanda García Vázquez 
Lira Perfumada D@R 🇪🇦

 

martes, 11 de junio de 2024

ASTROMELIA PERENNE (Un Efluvio De Lo Inmenso)

 


Poema dedicado a Alejandra Pizarnik 

ASTROMELIA PERENNE
(Un Efluvio De Lo Inmenso)

Desangelados pétalos de nimbos rotos
tropiezan en la comisura de su mirar;
Como tinta del arrebol
destroza la mudez del paisaje;
Sabe mucho de lluvias,
de encajes sangrientos del alba;
más parece un lago lunar
cuando la poesía la atraviesa...

La coronan en la tumba del Amor,
todas las flores de la lluvia;
Muere viviendo para no vivir muriendo;
Es un frenesí constante de luciérnagas,
y cerezos;
de islas e insomnios; 
Le late lo sublime
en la sien de su soledad...

Entre su pelo se cobijan las almas de las letras;
punibles, afligidas,
sin más salvación que su brillo, y clarividencia;
Apocalípticamente dulce, y serena,
es un revuelo de musas perdidas...

Libre por vocación,
desmenuza su caos en el mapamundi de los ensueños;
Vaga insomne su doncellez,
y enamoramiento perpetuo
por reinos de olvido y penumbras; 
Delicadamente infame, y bella, 
se asemeja a una sirena del firmamento, 
varada en la orilla de lo sutil.

La habitan las estrellas cuando todos la niegan,
y la descartan;
Teñida de grandeza y utopías
enaltece la palabra, y la herida.
No duda de la sombra cuando la luz la esquiva;
Desnuda de antifaces o corazas, 
sabe morir en el cielo de un crisantemo;

Por transgredir la conformidad del lenguaje, 
lleva a cuestas la cruz de lo bello;
Nada la enfría;
Todo la enturbia en la dermis de su humanidad.

Iluminada, astilla su congoja,
y lo que no supera, 
en el suelo de su voz;
Es una astromelia de versos
en el costado del arte;
Con el viento de sus pupilas de niña,
derrumba certezas y espejos...

Demasiado llena impugna al vacío;
Nunca se fascina;
Nunca deja de fascinar...
Es un maremágnum de luces y perfumes,
en el desierto de nuestros ojos en lucha.
 
¡Rara, misteriosa, genia!
Ella, 
Alejandra;
Astromelia perenne; 
un efluvio de lo inmenso.

Yolanda García Vázquez 
Lira Perfumada D@R 🇪🇦

 

AZUCENA EN LA LLUVIA Renuncia

 


AZUCENA EN LA LLUVIA 
(Renuncia)

Al abecedario de lo perdido,
mis letras anémicas, 
dan su última dulzura en lírica expiación;
Llueve, pero solo realidad...

Como hojas de ensueños,
y reliquias de mi palpitar sin venas,
languidecerán en limbos sumergidos
hasta que cristalice el aliento del reloj, 
o se versifique la viudez de las cosas.

Desde el rayo de un pensamiento 
a la onda de una palabra atravesada por el frío, 
este espejo de deliciosas amarguras,
sostendrá el himno de lo etéreo, y de lo vago.

En el desdibujado crepúsculo de un límite roto,
penderá el corazón de una libélula anciana;
Revelarán sus alas, quizá, 
el énfasis floral de mi renuncia;
Siempre con la sangre al óleo de lo sutil,
por atardeceres de ojos en llamas,
evocará la subversión de una azucena en la lluvia.

Por la caligrafía del olvido
flotarán las rosas de mi angustia,
tan perfumadas como dolientes, 
su abdicación de reinos de cristal...

Las lágrimas cantarán como la risa
lo etéreo de vivir;
¡Oh, de vivir!
Pero bastará otro eclipse del alma,
u otro derrumbe de la fe,
para enmudecer a la muerte, o al lenguaje; 
Anacrusis de soledades
que evidenciará la blancura en lo oscuro,
cuando mis manos apunten otra posibilidad...

Deshilachando anhelos de algún mundo roto
en la espiral de perder, y soltar,
quizá, todo vuelva a surgir;
Incluso el amor;
Sobretodo el amor.

Lloverá, de nuevo, pero solo realidad...

Yolanda García Vázquez 
Lira Perfumada D@R 🇪🇦

 

LAS DULCES AVES DE TU RISA

 



A la memoria de mi madre, a los 8 años de su partida.

LAS DULCES AVES DE TU RISA 

Al cristal sonrojado de tu jazmín,
hoy da la lluvia su beso melancólico;
Ambarino, y soñador, 
el atardecer,
me devuelve el canto de tu risa...

Un candelabro de versos 
sostiene mi vigilia al evocarte;
Más mi llanto vuela entre penumbras
que se rompen en el suelo de mis días;
¡Cuantos mundos caen
al buscar tu voz en el silencio!

Descolorido el azulejo del presente
parece una isla de ausencias;
Más algo de tu gracia malagueña
resplandece en este fondo,
por más que la negrura me inunde,
y me sentencie. 

La quietud se incrusta en el costado de mi espacio;
Abre sus alas, la memoria...
Pareciera que todos tus pétalos
me perfuman desde algún limbo;
A veces te siento besar mi cabello tiernamente;
A veces me sonríes en sueños...

¡Madre amada!
Paloma que ya sobrevuela Infinitos de belleza, 
dejate caer por esta orilla sin horizonte,
y vuelve a sonreirme como ayer;

Los corazones de las flores
siguen derramando tu aura feliz,
e imbatible,
a la noche despoblada de mi mirar;
Añorarte es la herida que no sana...

Amordazada, mi ternura,
en esta caída sin final,
en este abandono escarchado en la ventana, 
ruega a los ángeles de tus manos
una caricia, nada más.

Descuidada la lumbre que encendías 
ya no calma el frío de mi miedo;
Nada está más vacío que lo que dejaste. 

Hoy te canto con mis letras,
con mi pensamiento, 
¡Oh, mi biznaga del sur!
Te canto para que desborden los rios del tintero
con tu nombre,
y regresen brillantes al hogar, 
de tu eternidad, 
las dulces aves de tu risa.

Yolanda García Vázquez 
Lira Perfumada D@R 🇪🇦


 

DONDE LUCHA LA FLOR

  DONDE LUCHA LA FLOR  Campanulas del espíritu  exhalan suaves perfumes; Está la grandeza expandida; la vid del verso a punto... La anarquía...