domingo, 18 de agosto de 2024

¡OH, LA BELLEZA! Un Palacio De Rocío

 

¡OH, LA BELLEZA!
Un Palacio De Rocío

Encelada, la flor del espíritu,
en un cierzo oscilante de dudas y desvelos,
carga la cruz del gozo y la sombra.
Precipitado el ocaso en sus párpados,
concilia los extremos de la locura con el hilo de mi sangre; 
Anochece,
como anochece el río que la lleva...
Al desguace siempre,
como mi alegría, 
se pulveriza cuál lluvia de verano; 
Pero es un perfume de amor
lo que la devuelve a ese jardín...
Aciaga, su estrella,  ahí arriba,
esculpe un misterio tan brillante como los días;
Danzan los cedros del bosque interior 
el minué de las palabras no dichas,
más su corazón ya ha elegido su veneno;
El mío, 
El del arte...
Un palacio de rocío
tan transparente como su mirada,
alberga el secreto de su soledad;
Más las espinas del recuerdo 
van derribando su tallo, su fe...
Son sus estambres
la hipérbole de alguna luminosidad de ayer;
Más el hollín de las cosas 
le ha robado el verdor , la lozanía.
¿Hasta cuando?...
se pregunta la voz de su savia, 
¿hasta cuando será la miniatura del infierno?
Afiladas, y sangrientas, 
las uñas de su dolor,
le arrancan a la noche,
el corazón...

En cresscendo, y rosa,
se yergue perdedora o triunfal,
para los ojos de mis letras,
¡oh, la belleza!

Yolanda García Vázquez 
Lira Perfumada D@R 🇪🇦




 

martes, 13 de agosto de 2024

JARDINES DESCUIDADOS Con Las Ramas Al Cielo

 
 


JARDINES DESCUIDADOS 
Con Las Ramas Al Cielo 

Alas de fuego en lirica penumbra
sobrevuelan el arte de las flores;
El dolor es nuestro,
también la victoria,
y la derrota;
Y lo que no poseemos...

Epopeya de un olimpo de perfumes, y deseos,
que enfatiza el eclipse de las cosas;
De tal manera que lo inexistente golpea la piel del yo
con tal fiereza que arden los instantes, 
los estambres,
la belleza...

Lumbre que poetiza tan bello caos
en un funeral de recuerdos agridulces,
donde el silencio se hace palabra,
y la palabra, aire...
Perder y ganar orbitan el mismo centro :
La duda..
Vértigo del existir 
¡El nuestro!

Pulidas aristas del pensamiento 
hieren la voz de la fe en un karma interminable;
Derrumbados sus palacios en llantos de ángeles, 
flotan fantasmales, los anhelos...

Cuando quisimos huir de tal siega
escalofriante hoz agudizó el beso de lluvia en nuestras miradas...
Estábamos tan vivos como muertos;
Tan llenos como vacíos,
tan ausentes de nosotros
como la luz en las hojas mustias de los rosales de otoño;
cuyas ramas al cielo,
claman la creación de algún mundo feliz.

Quisimos romper el ciclo de lo insoportable, 
descender del agudo filo con la fuerza de nuestros tallos;
¡Nuestra esencia cósmica!
Más la mano que todo lo aprieta nos asfixió la voluntad,
el tiempo, la vida.

Desangrada nuestra causa en la tapias de invierno de lo imposible, 
desbordó de su cauce, la melancolía; 
tan arrolladora,
tan imbatible
como la marchitez cuando viene a deshojarnos...

Tras la ventana entornada del fracaso
nos vieron llorar los monstruos de nuestra niñez,
inflamados los ojos,
como ayeres en llamas...

Enterrados como los restos de los naufragios,
atesoramos el enigma del no sentir;
Mas nuestra vocación de orilla nos salvó de lo profundo,
del olvido...
Y así como fuimos castigados,
también fuimos perdonados.

Sonrosadas praderas del espíritu
nos vieron correr descalzos por lo Eterno,
Hasta que al fin
nos venció en tan dulce ensueño, el despertar.

Florecimos de nuevo,
en descuidados jardines,
clamando un mundo feliz,
y con las ramas al cielo. 

Yolanda García Vázquez 
Lira Perfumada D@R 🇪🇦



 

CUARTELES DE INVIERNO El Crepúsculo De Las Hortensias

 


CUARTELES DE INVIERNO 
(El crepúsculo de las hortensias)

Parece un hada de los bosques,
tan pálida, tan delicada, tan etérea...

Hilvanada a su latir,
la ausencia,
une las orillas del cielo;
y del alma,
y de todo lo que es grande y puro.

En su marchitez creciente, 
ella siente aún florecer la vida;
Aguanieve tras el cristal nocturno 
fallece soñador ante sus ojos.

Un salmo mudo entre los labios;
revela el enigma de su placidez onirica; 
Fantasmal, el velador victoriano,
luce el crepúsculo de las hortensias. 

Hastío en sus pétalos mustios,
algodona el tacto de la tarde;
Como un almendro en flor
la colma de bellezas la memoria. 

Está sola,
sin frutos, sin hojas, sin mañana;
Sola como la primera aurora del mundo...
Las olas del corazón besan la arena de su niñez;
Descalza por esa playa silente, 
la nostalgia pasea de su mano,
junto al ángel de las estrellas. 

Arcano fulgido de un ópalo multicolor
le devuelve la armonía de algún verano;
Todo está en calma, soleado, poetico; 
Más las aceras de su mirada siguen lluviosas 
como el retrato que le devuelve el espejo.

Allá en los cuarteles de invierno del existir, 
languidece aún la promesa de algún diciembre;
Viudas, las ilusiones de amor,
danzan con la tormenta,
y con el olvido...

Tembloroso su pecho
evoca el aroma de los cerezos adolescentes;
Pareciera que el verdor vuelve a sus ramas;
Más las arañas de la soledad ya han cruzado
de hilos su tiempo, su faz, su piel.

Acristalando sus lágrimas tras un soneto de Bécquer,
o de Darío,
parece un hada de los bosques,
tan pálida, tan delicada, tan etérea...

Añoranza que le fluye por las venas 
con un lirismo casi perenne, 
halla desahogo en el cauce de su aliento,
y de su voz...
Es mucho lo que ha llorado de una orilla a otra de ese río;
Incontables sus angustias en los cuarteles de invierno; 
Y sin embargo,
en medio de tanta marchitez 
ella aún siente florecer la vida.

Yolanda García Vázquez 
Lira Perfumada D@R 🇪🇦

 

¡OH, LA BELLEZA! Un Palacio De Rocío

  ¡OH, LA BELLEZA! Un Palacio De Rocío Encelada, la flor del espíritu, en un cierzo oscilante de dudas y desvelos, carga la cruz del gozo y ...