martes, 13 de agosto de 2024

JARDINES DESCUIDADOS Con Las Ramas Al Cielo

 
 


JARDINES DESCUIDADOS 
Con Las Ramas Al Cielo 

Alas de fuego en lirica penumbra
sobrevuelan el arte de las flores;
El dolor es nuestro,
también la victoria,
y la derrota;
Y lo que no poseemos...

Epopeya de un olimpo de perfumes, y deseos,
que enfatiza el eclipse de las cosas;
De tal manera que lo inexistente golpea la piel del yo
con tal fiereza que arden los instantes, 
los estambres,
la belleza...

Lumbre que poetiza tan bello caos
en un funeral de recuerdos agridulces,
donde el silencio se hace palabra,
y la palabra, aire...
Perder y ganar orbitan el mismo centro :
La duda..
Vértigo del existir 
¡El nuestro!

Pulidas aristas del pensamiento 
hieren la voz de la fe en un karma interminable;
Derrumbados sus palacios en llantos de ángeles, 
flotan fantasmales, los anhelos...

Cuando quisimos huir de tal siega
escalofriante hoz agudizó el beso de lluvia en nuestras miradas...
Estábamos tan vivos como muertos;
Tan llenos como vacíos,
tan ausentes de nosotros
como la luz en las hojas mustias de los rosales de otoño;
cuyas ramas al cielo,
claman la creación de algún mundo feliz.

Quisimos romper el ciclo de lo insoportable, 
descender del agudo filo con la fuerza de nuestros tallos;
¡Nuestra esencia cósmica!
Más la mano que todo lo aprieta nos asfixió la voluntad,
el tiempo, la vida.

Desangrada nuestra causa en la tapias de invierno de lo imposible, 
desbordó de su cauce, la melancolía; 
tan arrolladora,
tan imbatible
como la marchitez cuando viene a deshojarnos...

Tras la ventana entornada del fracaso
nos vieron llorar los monstruos de nuestra niñez,
inflamados los ojos,
como ayeres en llamas...

Enterrados como los restos de los naufragios,
atesoramos el enigma del no sentir;
Mas nuestra vocación de orilla nos salvó de lo profundo,
del olvido...
Y así como fuimos castigados,
también fuimos perdonados.

Sonrosadas praderas del espíritu
nos vieron correr descalzos por lo Eterno,
Hasta que al fin
nos venció en tan dulce ensueño, el despertar.

Florecimos de nuevo,
en descuidados jardines,
clamando un mundo feliz,
y con las ramas al cielo. 

Yolanda García Vázquez 
Lira Perfumada D@R 🇪🇦



 

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