jueves, 24 de octubre de 2019

MORDIENDO LA POBREZA

 


Poema tributo a Miguel Hernández

MORDIENDO LA POBREZA

"¡Ay, compañero!
Llevo tu poesía colgada en la garganta
como el amanecer que no cesa.."

Los días ciegos, de pena nublados,
y las noches hambrientas de amor,
cuajaron de luz los clavos de tu madero.
Alta nube, allá en la otra vida,
condensa la lágrima que colma el vaso.
Corola de angustias en un rosal
que no duerme,
y las letras al aire...
Desconyuntado del cielo
hundiste tu sed en la charca de sombras,
y nadaron hacia arriba
los perfumados espejismos,
las almas de los locos.
Ven a mí, rayo creador,
y traspasa mi costado hasta la última agonía,
que la tierra es de los poetas...
Tu aliento era el de las flores,
tu sangre, la del mundo,
pero sólo el dolor era tuyo.
Colmenar de ideas y sentimientos;
Aguijón que envenena la pluma
y te yergue omnipresente
sobre el sueño de las amapolas.

¡Escribe pastor, escribe!

Navajas que afilan el tiempo
en la celda del alma,
te hacen soñar con la libertad.
El campanario te llama
y se agita en tu pecho
la verdad oscura del hombre.
Vuela el jilguero y el tordo,
las alas del buitre mercenario...
Vuelan los traficantes del miedo;
¡Vuelan todos con el estómago
y el ego llenos...!
Más sólo tú en los bancales sin sol,
mordiendo la pobreza,
tienes el horizonte de la palabra
en las manos...
Tengo seca la voz de hablar con el viento;
La roja sed de los parias
me lleva a beber de tus fuentes.

¡Escribe pastor, escribe!

Y siembra la tierra de versos
que aullen la belleza ultrajada.
Mira como caen las semillas del paraíso
a los trigales de tu desventura.
Perito en soledades,
cazador de lunas y centellas...
¡Ay compañero!
Llevo tu poesía colgada en la garganta
como el amanecer que no cesa.

Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸





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