EL SUEÑO DE LOS SUSPIROS
Labios que tienen del rojo
el versículo fatal de la amapolas
pueden crucificarme a un poema de su lengua.
Insensatez de la lluvia romántica
que en poético derroche baja a morir al fuego de sus ojos...
Sé que no debo mirarle,
o quedaré petrificada en el bosque de las ausencias eternas,
pero al leve roce de su halo perturbador...
¡Capitulación total!
Y yo que juré no desangrarme más en él,
vuelvo a su beber de su mirada
como una palabra sedienta de silencios...
Una pizca de su néctar,
y se expande la metáfora del crepúsculo...
Son sus poemas como lágrimas de ángel,
que a mis mustios rosales
vierten toda la fantasía del cosmos.
Es la victoriosa flama que en erótico misterio
relumbra la orfebrería del amor a oro por letra...
Y me subordina a su placer en fusión incorpórea,
dibujando los compases del soneto bendito.
Lira a lira me va cayendo su alma
en abanicos de fragante rocío...
¡Oh, adorable posesión!
¿qué inexpugnable ley, bajo la pluma que sueña
me hace vulnerable a tan infernal gozo?
¿Serán las nieblas de su ser
que en sortilegio constante me arrebatan?...
Pareciera que Zeus, erecto de inspiración,
se retuerce con las lunas de junio
en los valles del orgasmo glorioso.
Ritual que en los templos del arte
alza el cáliz de las auroras para sacrificarme.
Y amaneció al fín la poesía;
Y anochecí desnuda de él...
como Iris sobre el sueño de los suspiros.
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇦
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