viernes, 14 de diciembre de 2018

ALLÁ EN LOS JARDINES DE TRANSILVANIA





ALLÁ EN LOS JARDINES DE TRANSILVANIA 

Los valles del Cárpatos 
translucen las deudas del alma,
e invocan del revés,
la poesía a su Principado nocturno...

Es la sangre de la luna sobre el desfiladero del Borgo,
la que tiene el sabor de las lágrimas,
y se evapora misteriosa en burbujas de espanto;
Y se cuela por las venas del rosal
hasta florecer en un sueño lúcido, 
más allá de la noche de Walpurgis.

¡No hay gloria bajo su tallo!
Sólo un poema del infierno que te bebes con los ojos...

Visión espeluznante que gotea mil suspiros de vírgenes
en perlas de rojo cristal,
allá en los jardines de Transilvania...

Dan las 12 en los relojes del infinito, 
y te asomas por el corredor de las begonias
como un conde del pasado,
tan infame como seductor;
Y abres la cancela de la angustia 
para romper los capullos de las luciérnagas,
mientras Van Helsing despavorido,
se bate en retirada.

Es el crucigrama del dolor en letras de oro,
el que me rebela el emblema sangriento de Nosferatu...
Pero hay un perfume poético al otro lado de Halloween
que me arrastra sin piedad hasta ti.

Tengo miedo de mirarte,
y caer en la red de todas las miserias...

Las lagunas de aguanieve 
se quiebran en un adagio lamentoso,
mientras una doncella zíngara danza el minueto de Bach;
Tiemblan las ramas del ciprés encantado 
al vuelo del murciélago depredador,
y un toque de campana me recuerda que es noche de difuntos. 

¡Tengo miedo!
Miedo de mirarte,
y caer enredada en tu tela de lujuria, y de silencios... 

Llevas la muerte en los labios...
Y no obstante, no puedo negar tu embrujo,
ese que me lleva a vagar como un fantasma 
por las melancolías profundas del ayer romántico.

Allá en los jardines de Transilvania...

Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇦

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