A la memoria de la poetisa Pilar de Valderrana, musa de Antonio Machado.
EL PERFUME DE GUIOMAR
La melancolía embadurna de oro
los encajes del sueño;
Hay un olor tan delicado
que parece que el paraíso existe.
Es el perfume de Guiomar
poetizando la gran ausencia...
¡Oh, musa de los espejos de oriente!
¿Cómo se llama el poeta
que santificó el cordón de tu corpiño?
Aquel que a la gloria de tu rosal,
cantó las romanzas del crepúsculo.
El exilio se lo llevó... ¡La guerra tuvo que ser!
¿Dónde quedó "el tercer mundo" de cristal,
aquel donde os citábais,
para dar forma a la transparencia del amor?
¿Y aquellos sauces llorones,
que con lánguidez vertían las perlas del silencio
a vuestro paso?
De Soria a Colliure, pasando por tus ojos,
al Machado moribundo cubren de poesía
las hadas del invierno francés...
Aquellas que susurran tu nombre
en los estanques de las mil liras;
Emperatriz de todos los secretos
que llevan del arte la belleza conjugada.
Dime que aún hay sangre bajo tu Alejandrino multicolor...
¡Passiflora de todas las pasiones!
A tu rocío lunar vuelan las cartas del amado
para perfumarse la nostalgia de no verte...
Un lazo de suspiros
se anuda al encantamiento de la tarde,
mientras trémulas hojas
besan el misterio de la lluvia.
Palidece la soñadora ciudadela
en un arrebato de molesta incertidumbre,
y siento que la soledad me arrincona
en el ghetto del olvido.
Pareciera que no hay vida a este lado del poema...
Y sin embargo yo sé que vendrá desde su jardín de letras
el perfume de Guiomar para salvarme.
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇦
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