PURPURINA
"Y la purpurina caía de sus ojos
con melancólico fulgor.."
En lagunas de angustia fallecía la luz de la sangre,
mientras al óleo sagrado del firmamento,
el anochecer cristalizaba el desdén de las cosas.
Las flores exhalaban un perfume de sueños antiguos,
mientras palidecía de muerte el níveo rostro de la luna.
Yo quise dar con la clave de su belleza
para seguir poetizando mi sombra en aguas de plata;
pero me enredé en un jeroglífico de silencios
tan profundos como elocuentes.
La purpurina caía de sus ojos con melancólico fulgor,
y un chispazo de textura amorosa
me impactó en los adentros.
Hechizada en su ardid sensorial
me aventuré a revelarle el secreto de mis lágrimas,
pero un afluente de desprecio
anegó hasta la raíz mi viejos rosales.
Se deshojaron como suspiros de nieve
las corcheas de la fantasía más pura,
mientras un manotazo de realidad
tambaleaba mi esqueleto al nadir más insufrible.
Rota, como el lazo de las primaveras perdidas,
me desangré en un plenilunio multicolor.
Duelo que duró lo que dura la vida
cuando ya no amanece sobre el cansancio del alma.
Y es que los misterios cuando se intentan descifrar
siempre acaban en soledad.
Y la purpurina seguía cayendo de sus ojos
con melancólico fulgor...
Fue entonces cuando desperté.
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸
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