LA SONRISA DEL SALVADOR
"Nazaret está lejos..."
La geometría de sus labios
esconde el fulgor de alguna estrella,
pero hay un crepúsculo en su ceño
que gaviotea el anunciado final.
El hilo de las cosas se enreda
en el ángulo de su mirada,
pero hay una orilla idílica
allá donde su aliento naufraga.
Es otra ficción;
Un viraje más al centro de su soledad...
Se diría que Marzo vampiriza el lenguaje del reloj
al chocar el miedo en su retina...
¿Porqué te quieres tan poco?
¿Porqué?
Hay un jardín de rosas tan putrefacto
que los días yeden un lírico enojo...
Fulgida y marginal,
la pradera de ensueños se alza;
Más hay tanto por lo que llorar
que la vida se le congela en el iris.
Desde algún otro mundo,
la felicidad proyecta en su piel
el matiz de lo inalcanzable y quimérico.
Es ese "No" que no acaba;
Esa interminable penumbra
que ha ensanchado su espectro...
En el altar del amor se desangra otra utopía
por ese ruego que nadie oye...
Devastado, el corazón del ángel
palpita un soneto suicida al río de las horas...
Las flores se balancean enceladas
al precipitarse la savia del atardecer.
Llueve, pero hay un ardor sobre las hojas
que poetiza la angustia en verdes llamas.
Un llanto roto le golpea en el pecho
al desguace de la memoria;
Dalila, al otro lado del alma,
serpentea la penumbra de los muertos
con el fucsia de los suspiros.
Nazaret está lejos,
y todos los horizontes de la belleza que se atrevió a señalar...
Pareciera que la siega ha comenzado,
y le ha pillado con las aspas desorbitadas.
Y aún así de lo fallecido
le relumbrea en el ser la fábula primaveral de lo creado,
al acudir a su rescate
la sonrisa pura y redentora del Salvador.
¿Porqué te quieres tan poco?
¿Porqué?...
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇦
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