miércoles, 28 de febrero de 2018

EL PÁRAMO ENCANTADO









"Y yo ¿adónde iré a olvidar tanto olvido?"...

El atardecer bosteza su quinto ensueño
mientras vago ensimismada
por el bosque de las ausencias...
Un silencio de plata cubre los cerezos en flor,
mientras el viejo río se rinde a la maravilla crepuscular...
Voy meditando en mis soledades profundas,
en mis congojas eternas...
que son como nubes del tiempo que no se desvanecen.
Una golondrina cruza el palio celestial
mientras un poema de Dios cae sobre el huerto...

Tierra que no amanece;
cumbres borrascosas;

¿Adónde irán a parar mis lágrimas cuando el sol desfallezca
sobre el monte pelado?...
Si no tengo más hogar que un cuarto de luna,
¿cuánto resistirá mi alma el techo del abandono?...
Y él ¿se acordará de mí cuando el ala de su viento
ice el estandarte del amor iluminado,
o sólo seré triste rosa de camposanto?...

¡Ay, de mis pesares tan cuajados de silencio
como el sepulcro de los pobres!...
Noche que me aprieta y me asfixia...
Desvelo monstruoso que retuerce el corazón
bajo las manecillas infames;
Saetas afiladas que pronto apuntan al cementerio...
Hay un helado puño que golpea mi único anhelo
que a otras musas dará la sangre enamorada de los días...

Sobre el espejo del estanque destella la promesa nocturna
de un millón de primaveras;
Pareciera que se asoma Emily Bronte al páramo encantado
para encontrar a Heathcliff apuntando al firmamento,
mientras Cathy sueña sobre la hierba...

Yo sé que no hay un héroe para mí;
sólo una efigie espectral que susurra lúgubremente :
"- No habrá más poesía"...
Regreso a mi refugio de sombras perpetuas
con los cabellos teñidos de otoño...
¿Cómo escribiré el amor si se me han suicidado todas las letras?...

Tierra que no amanece;
cumbres borrascosas...

Y yo ¿adónde iré a olvidar tanto olvido?...

Yolanda García Vázquez 
D@R 🇪🇦

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