MAGNOLIAS
A suspiro muy pausado
me deshago en tu ausencia;
Desaliento, que tiene de tu nombre,
la nocturnidad de la flor,
el oasis más perpetuo...
De magnolias salpicado,
se coagula tu verso en mi sangre,
y voy deletreando el anochecer
por la brujería de tus ojos...
Punto a punto
se enhebra decadente la soledad del yo,
en su imaginario de lágrimas;
Me abruman su incertidumbre,
de fantasmagórico viento.
Pero al caerse el alma
en las profundidades espectrales,
aprendí a conjugar tu memoria
a los sueños en blanco,
y me leí desnuda de un tirón
en un descuido de la madrugada...
Toqué el rocío lunar tan lánguidamente
que vislumbré las auroras perfumadas del amor,
y la palabra.
Aunque tengo tu reproche almidonando
las alas de mis abejas...
Alegoría misteriosa
que deshace el lenguaje en polvo de luz.
Y aún así sé que volverás a enrojecer
de imprudentes liras
los capullos que perfuman mis despojos.
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸
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