PODREDUMBRE
En el cuarto de los pensamientos
no entra más aire que el sueño de las horas;
Es el crepúsculo a pena viva
que anochece mi soledad
en invisible tumba...
No hay río que no lleve lágrimas;
No hay amor en los huesos
que derrita el aguanieve...
Arañas que se descuelgan
desde el ayer al corazón
para tejer una red de silencio.
Palmo a palmo
se estremece la longitud del yo,
y tiemblan los eslabones del alma.
Por la escuadra corrediza
entra un redoble de amargura
al compás de mi ritmo cardíaco;
Es el deguello de las sombras
que perturba mi equilibrio
en la celda tras los ojos.
Viene a por mí, y sabe que yo lo sé...
Sangrienta luz que empapa los minutos
en arruga vertical,
y me vomita directamente al infierno.
No tengo otra salida
que permanecer inmóvil,
y saborear la podredumbre del día,
hasta que el cielo me entre por las venas.
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇦
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