SUSPIRIA E INCONSOLATA
"Sus ojos eran míos,
y también el secreto de su alma"
El desasosiego de los instantes
llora la poesía profunda,
apenas derrama el rosal nocturno
su acuarela de sangre...
Hay una corchea suelta tragando luz
de una rendija del ayer.
No es rocío lo que cae del paraíso de letras,
si no las lágrimas del puro amor.
Suspiria presiente...
El infierno parece estar en todas partes,
mientras el reloj de los dolores se desajusta.
Inconsolata tiembla
sobre el feudo gótico de las sombras.
Un ciprés enajenado balancea sus angustias
en clave de réquiem.
Suspiria presiente...
¿Quién robó el rubí de sus labios?
La aurora del mundo se fragmenta
en cristales de ausencia...
y van los sueños a suicidarse contra el abismo de la soledad.
Suspiria presiente la navaja del olvido
cortar de cuajo el tallo de su flores.
No volverá el resplandor de la luna
a filtrar su polvo de primavera
al reino de los espejos.
Víctor Hugo desubicado
sentencia la muerte de la belleza,
no más el cuervo de los años
grazna el último adverbio...
"Sus ojos eran míos,
y también el secreto de su alma,
pero la noche gregoriana y vengadora,
lo hizo viento para el laúd de otras musas."
Suspiria presiente...
Inconsolata tiembla.
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸
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