LA ETERNIDAD

                              

LA ETERNIDAD 

En el páramo dormido del alma

se vislumbra entre sueños,

una lágrima del sol;

Es el agua del tiempo

que besa los caminos del ayer.

Malherida, cae la tarde sobre mí;

con su sangre de anhelos rotos,

nutre el vacío que me llena...

Soy la pena, que mustia,

se deshoja sobre el polvo

ceniciento de los miedos...

Un violonchelo de lluvia empapa mi espíritu

con insoportable languidez;

Me evado por la tangente

de un ángulo opuesto,

y se desmadeja el misterio...

Soy la golondrina que llora

sobre el madrigal del mediodía...

Amarilla, mi pena;

Rojo el dolor...

El silencio me lleva a contracorriente

por los cauces secretos de las palabras,

allí donde el molino de ideas me espera

con las aspas de la memoria desorbitadas.

Vuelvo al trigal de mi ensueño

donde acaricio la eternidad...

Poesía, la llaman...

y yo no tengo más consuelo

que un puñado de mundos rotos...

Yolanda García Vázquez

D@R 🇪🇦