ATRAPASUEÑOS
Anocheciendo ya este contorno herido
de instantes suicidas y abandonos,
derrama sonetos de Neruda
al ahorcamiento del reloj.
Hay gnomos borrachos de tristeza
azulando el lago de mis olvidos;
Pero a veces muerden
y me dejan su Camelot señalada
en la cintura de mis cosas.
¿Vendrán también las libélulas ensangrentadas
de paraninfos perdidos
a dejar sus besos de muerte
en el invierno estepario de mi costado?
Fascinada en el Atrapasueños,
Campanilla recita la poesía interminable,
y una luz de lirios rotos
acaricia el ataúd de mis mariposas.
- En lo que queda de mí no estoy solo yo,
pero si estoy toda yo en lo que queda de mí -
Un balancear de columpios
y todos los bosques del mundo desembocan en Sherwood...
Wendy lo sabe y Poe también,
que la fantasía es el mejor tobogán al paraíso.
Más allá de las letras, tú...
Y en la epopeya del verso,
la anarquía de las flores
y el Escalibur de la conciencia.
¡Oh, Santa Cecilia sanadora y musical!
Violonchéame como a Isolda,
con dedos de luna virgen
y haz que amaneca el alma de Wagner
sobre esta partitura sin amor y sin suspiros.
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸
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