DESANGELADA
"Tan desangelada estaba yo..."
Lagunas de violáceos nenúfares
"acuarelaban" las ruinas de Arcadia,
que al trasluz de los suspiros
parecía una congoja multicolor.
Caían como hebras de lágrimas
todos las ansiedades del iris,
que al besar el centro del espejo
revelaban un Narciso atardecido.
Y por allí vagaba yo fuera de mi,
cual neblina desangelada
buscando el verano de Shakespeare
en un sueño sin perfumes...
Miscelánea de melancolías perennes
que lluviosa transparentaba
la sangre de los sonetos de un bosque de siglos.
Y por allí vagaba la locura, consciente de mi,
trazando las onomatopeyas de Góngora
en la espesura de mi cansancio.
Atravesaba las almas de las flores
una luz compungida de infiernos,
más el caos de los colores
manifestaba el renacimiento de la Belleza.
Espíritus de mustias azucenas
resplandecían la orilla de la sombra,
mientras un silencio de sangriento sable
descabezaba la poesía del crepúsculo.
Tan desangelada estaba yo...
que derrámose la sabiduría del Ángel
en las afrutadas soledades del estío;
Cayó el Amor malherido en el cadalso de mis cosas,
y caí enamorada de la Muerte
sobre el fulgurante sepulcro de las luciérnagas.
Las muscineas de mi dolor danzaban insomnes
una suite de cipreses en llamas...
Al vaivén de los visillos del viento fúnebre,
un quijote de rocío
proclamaba la virginidad de la luna.
Fue entonces cuando discerní la Nada del Todo;
mi profunda oquedad...
Tan desangelada estaba yo,
que con una lágrima entre los labios
me escabullí por las penumbras eternas
de los paraísos perdidos...
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇦
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