POBRE DE MÍ
"Por mi pecho herido y la vejez que aguarda...
¡pobre de mí, cuando no estés!"
A mil sombras de tus ojos
me verá tal vez el ruiseñor anciano,
volcar la pena enamorada de mi voz
a tu solemne encantamiento...
Se fundirá el romántico vals
de la vieja laguna de mis ansias
en el crisol poético de tu memoria,
y solfearé el crepúsculo de mi guitarra
con el iris mágico de tu nombre.
Apartaré los visillos de este otoño perenne
que me agobia,
y le cantaré bajito a tu multicolor destello,
que desde tu otro mundo y tu otra nube,
no deja de atrevesar mi soledad...
Cristalizarán tal vez los espejismos dormidos
bajo el manto de otra lluvia...
Trepará quizá tu yedra encelada
al relicario de otras bocas y otros labios.
Madurará el misterio de tus manos y tus flores,
y yo me desvaneceré con la niebla del ayer
hasta que algún febrero piadoso
me revele los secretos de tu corazón.
Y entre las ansiedades de antaño
y el sepia de los recuerdos,
paseará tu maravilla ancestral
como si la poesía acabara de nacer.
Y te amaré con el color pálido de mi piel desamparada,
y con el gris de todas mis melancolías,
y con el suave murmullo de las aves,
esas que sobrevuelan en sueños los paisajes de tu gloria.
Y le cantaré bajito a tus amaneceres sin mi,
a la madreselva perfumada de tu muro inaccesible,
al palacio de tu mirada de rey...
Y a la vida que me queda sin tu presencia
y sin tu amor.
Por mi pecho herido y la vejez que aguarda...
¡pobre de mí, cuando no estés!
Yolanda García Vázquez
D@R 🇪🇸
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